He de decir antes de escribir esta reseña que hay dos cosas que cualquiera que se adentre en la música de la banda malagueña Lunavieja debe considerar. La primera es que es una música para entrar en cierto trance y con ello no me refiero a ningún viaje lisérgico, más bien de corte espiritual. Y la segunda es que no creo que la banda sea algo estrictamente musical, tiene altas dosis de ser un proyecto artistico multidisciplinar donde la teatralidad y el despertar otros sentidos en su directo contribuyen a una experiencia más allá de lo sonoro en un disco.
En cuanto al espectro por donde se mueven, se podría decir que son una banda stoner-doom, pero añadiendo psicodelia que contribuye a los pasajes de trance en su música. Aunque añaden algo a lo largo del disco que otras bandas del género no usan tanto, más allá de llevar cruces invertidas o pentagramas, y es que a lo largo de sus canciones siempre recitan algún conjuro o palabras de un rito pagano, aquelarre, magia caos o donde quiera que su música se adentre. Además, todo ello mezclado con referencias a nuestra cultura y mitología.
El disco tiene 8 cortes y su primer tema Unguentun Sabbati es la perfecta antesala de lo que espera en el disco; eco, oscuridad atmosférica, el primer hechizo para caer en su música, la percusión justa para que mires si detrás de ti viene algo o alguien. Tras ello siguen con Mal de Luna, donde se entrelazan riffs de corte Iomminesco con un interludio de pianos psicodélicos mezclando arpegios de guitarras con reverberación para terminar en un éxtasis rítmico frenético. El siguiente corte llamado La Güestía empieza con un punteo hipnótico que sigue un bajo distorsionado acompasado con una voz de ultratumba que alude a procesiones que llevan almas, probablemente una referencia la Santa Compaña o al ser al que conjuran entre la mitad y final de la canción, más que acertado primer single de su trabajo, el cual podría haber sido parte la BSO de alguna película como «El Día de La Bestia». Siguiendo el viaje de su disco, su último single Desdoblamiento entra con una batería poderosa y contundente donde tras un pasaje con teclados, donde la banda te sorprende rompiendo con un riff que podría haber sido perfectamente escrito por Pentagram. Tras pasar el ecuador del disco nos encontramos con Hécate, para mí, su tema más puramente stoner del disco donde nos encontramos más referencias a ritos oscuros y Lunavieja, canción homónima e instrumental donde usan risas demoniacas consiguiendo un efecto bastante terrorífico. Uno de los temas que más me he trillado es Walpurgis el cual juega con un sintetizador al principio, tiene uno de los riffs más potentes del disco y cierra con un uso de un wah wah frenético al final de la canción; efecto poco común en este estilo de música. El cierre del disco, lo alcanzan con su tema La Quema, creo que aquí han condensado en ocho minutos lo que es Lunavieja con atmosferas llenas de eco psicodélico tintadas de algún toque post-metal, voces inquietas a la par de que con cierto toque demoniaco, relatos escalofriantes y todo ello batido con riffs que diría que son inspirados en lo mejor de género y donde puedes apreciar algo de Sabbath, Sleep, Pentagram o Monolord sin dejar de tener un sonido reconocible.
En definitiva, me parece una grata sorpresa en el panorama andaluz, donde nunca sobran bandas de estilos fuera de lo tradicional en estas tierras. Y en general, me parecen una propuesta fresca dentro de la escena y que no dejan a nadie indiferente. Su disco me ha resultado redondo, si tuviera que poner algún pero es que se me ha hecho corto y que quizás otro tema lo habría redondeado más, aunque eso ya no lo sabremos.
En cualquier caso, os animo a escucharlo y a dar apoyo a la banda en los siguientes enlaces:
0 comentarios