La primera impresión que te puedes llevar al ver la imagen de Dekta si no escuchaste su álbum debut es que pueden ser una banda que podría correr por parámetros cercanos a Slipnokt. Y desconozco si estos pueden ser influencia para la banda, pero su música se asoma por otros derroteros encuadrados dentro del denominado groove metal. “When everything burns” es su segundo disco y precisamente la canción que le da nombre es la encargada de abrirlo. Sonido que se mueve entre un thrash agresivo oscilante entre los Metallica del Black Album y Machine Head aderezado con elementos industriales con un fantástico trabajo de guitarras.
”Forgotten innocence” juega con esa dualidad de calma y arrebatos furiosos, brillando por las líneas melódicas de la voz. “All I want” es pura rabia contenida a la que abren las puertas a través de un descomunal riff y una batería que imprime una fuerza impresionante. De nuevo una batería que marca perfectamente los tiempos nos mete de lleno en “We belong” en la que la melodía desemboca en un metálico medio tiempo que demuestra las facultades del vocalista. Inicio étnico que da paso a un feroz riff en “Amandla! Awethu!” que toma derroteros más duros pero sin dejar de lado la melodía y un cortísimo solo de guitarra que es puro thrash metal.
Sorprende “You are gone” en la que la voz te lleva por momentos al rock que implosionó en los 90 a partir de la ebullición de Seattle con un plus añadido de fuerza gracias a la parte instrumental. “Untrully savior” se encalla buscando mayor agresividad, volviendo a demostrar la fantástica versatilidad del vocalista. Cierra el disco “Dived” de ritmo pausado, sorprendiendo de nuevo con la facilidad que poseen para adaptarse a distintos registros saliendo victoriosos de cada envite. Muy buen disco de los barceloneses que se marcan un álbum nada lineal y mucho menos repetitivo.
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