La banda finlandesa Battle Beast tuvo un inicio poderoso dentro de la nueva ola de power metal europeo, sobre todo tras la incorporación de la vocalista Noora Louhimo. Lo que sucede con ciertas bandas de renombre (se me ocurre “a botepronto” Primal Fear), por motivos desconocidos, empezaron a caer en los line up de los festivales a pesar de seguir ofreciendo directos más que solventes. Quizás por eso en su anterior álbum concluyeron una deriva que les iba alejando de los ritmos que les hicieron célebres y acercándoles más al pop comercial buscando una nueva hornada de seguidores. Una política que ha tenido detractores pero hay que reconocer que su anterior “No more Hollywood endings” les funcionó en la amplia gira del 2019.
Ahora nos llega “Circus of doom”, sexto disco de estudio y tercero sin Anton Kabanen, figura central pues sus composiciones han sido las que más han llegado al acerbo popular. Como en los dos discos precedentes nos faltan temas que tengan esa vocación de trascendencia como “Black ninja” u “Out of control” (lo más cercano en estos años ha sido “Straight to the heart”). Con “Circus of doom” han intentado ofrecer un espectáculo ambientado en el mundo del circo aunque sin ser un disco conceptual, como dejan claro con el tema homónimo de apertura, con una introducción que deja paso a una extraña canción con un ritmo en las estrofas que nos recuerda al de las composiciones para las películas de James Bond aunque con coros hímnicos y un potente estribillo. Una buena y original forma de comenzar los poco más de cuarenta minutos de duración del Lp. Lo que es innegable es que las guitarras de Joona Björkroth y Juuso Soinio suenan estupendas en todo el momento, como podemos comprobar en el riff de entrada de “Wings of light”, principal sencillo del trabajo. Un corte en medio tiempo con subida en el estribillo que tan bien han ejecutado Battle Beast en toda su carrera. A ella contribuye el especial toque en los teclados de Janne Björkroth, jugando con preciosas transiciones tras el punteo. “Master of ilussion” mantiene los coros y la orquestación épica aunque la voz de Louhimo no suena tan poderosa como habitúa. El buen tono medio continua con “Where angels fear to fly” medio tiempo relajado en las estrofas aunque hay que decir que es de lo más tranquilo que podemos encontrar en “Circus of doom” pues, con acierto, han decidido no contar con baladas. Nos gusta el estribillo dentro de una buena composición que mantiene la presencia de coros y orquestaciones como sucede en “Eye of storm”, bonita, simple y efectiva aunque echemos de menos la contundencia vocal de Louhimo (con estrofas cantadas en forma de pop sin ese rasgueo tan característico de la escandinava). Con “Russian roulette” mantienen el tono melódico pero acercándose peligrosamente a producciones ochenteras, más si contamos esa batería electrónica de Pyry Vikki en el puente. A pesar de todo, funciona y su sentido de “gamberrada” en algunos momentos lo hacen divertido en grado sumo. Más serio, épico e hímnico es “Freedom”, “power metal” clásico con curioso estribillo instrumental tras el cantado. “The road to Avalon” tiene poso ochentero mezclando el power metal y el pop de esa década tipo “Flashdance”, lo que se nota en la interpretación de Noora Louhimo. Encarando la recta final “Armageddon” es una melodía de metal sinfónico en la línea de los actuales Nightwish que da paso al cierre con el épico “Place that we call home” lleno de coros hímnicos, buenos riifs a las seis cuerdas e interesantes y atmosféricas transiciones al sintetizador y que sirve a un disco que sin ser demasiado original, sí aporta frescura en esta nueva evolución y “vuelta de tuerca” de los fineses.
0 comentarios