¡Sorpresa!. A través de la gente de Maldito Records podemos disfrutar del quinto disco de los cafres suecos Blisterhead y su punk rock callejero y energético que esta vez viene bajo el título de «The stormy sea». Aquí no hay trampa ni cartón, ni fuegos de artificios que nadie necesita. Esto es one, two, three… y abajo las puertas de una patada. Canciones directas, de sonido crudo y afilado, voces altivas y ¡qué cojones haces fuera del puto Pogo!. El disco ve la luz o los adoquines, como mejor prefieras gracias al esfuerzo colectivo de cuatro sellos, Laketown Records, Liberty Or Death Records, Punkebjartes Punkeplater y Anarchy Of Sound Records y aquí, como dije al principio, lo tenemos gracias a la distribución de Maldito Records. Blisterhead son viejos luchadores del puño en alto del street punk, forjados en mil batallas e incluso con cicatrices de guerra cómo las sufridas cuando uno nazis les lanzaron una bomba al escenario en San Petersburgo. ¿Pero punk not dead, hijos de puta!.

«The stormy sea» son doce canciones sin piedad. Pie en el acelerador y a derribar muros. Punk callejero sin perder en ningún momento de vista la melodía, en la tradición de bandas fundamentales como Rancid. Sus ideas y filosofía siguen vivas y vigentes y aparecen claras y concisas en canciones como «Haymaker Riot» un canto a la solidaridad obrera reprimida durante la huelga laboral en 1886 de Chicago por las ocho horas que costó la vida gente que allí se jugó el pellejo por ello. También dejan claro de dónde vienen en la combativa «Bad moon».  Por cierto, disfrutad al máximo de ese Rock and roll puro y acelerado, macarra y distorsionado a lo Social Distortion que es «Working in the City». Sube el volumen, vuelve a pinchar el disco una y otra vez, y no olvides, que al final, codo con codo, puño con puño, se sale adelante.

BLISTERHEAD – The stormy sea

by: Carlos tizon

by: Carlos tizon

Licenciado en el arte de apoyar el codo en la barra de bar. Comencé la carrera de la vida y me perdí por el camino, dándome de bruces con el rock and roll. Como no pude ser una rock star, ahora desnudo mi alma cual decadente stripper de medio pelo en mi blog, Motel Bourbon.

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