Nos guste o no Mecano ha sido banda sonora para toda una generación. Una de las formaciones más importantes que ha dado el tecno, el rock o el pop en España, América o Europa (más incluso que Héroes del Silencio). Amados u odiados por partes iguales, como sucede con los grandes creadores o artistas que no dejan a nadie indiferente. Así que era una oportunidad magnífica para disfrutar de su vocalista Ana Torroja en directo, repasando los grandes éxitos de su inmortal banda y algunos de los temas más conocidos de su trayectoria en solitario en este “tour” que lleva por nombre “Volver”. La banda que acompaña a la cantante madrileña es de gran calibre y aunque sea imposible sustituir a los hermanos Cano, su labor resultó más que digna aunque algo empañada por un exceso de “samplers”.
Un acierto del Tío Pepe Festival contar con la presencia de Torroja en esta VII edición del festival jerezano que ha cambiado de ubicación por la pandemia del Covid pasando del coqueto Patío de la Tonelería de las Bodegas González Byass a la cercana Bodega Las Copas. No es un recinto tan bonito pero sí es más adecuado para preservar las medidas de seguridad. Una vez sentados en nuestras localidades y a las 21:45 horas comenzaba las dos horas y cuarto de actuación de Ana Torroja con “El cine”, el tema que abría el “Descanso dominical” de 1988. Su voz sigue manteniendo el tono aunque los años pasen para todos y sea imposible sonar como hace más de dos décadas. De su anterior “Entre el cielo y el suelo” del lejano 1986 llegaba la mítica “Ay, que pesado” que encandiló a los presentes, un público que disfrutó con los temas que bailaban cuando eran (éramos) más jóvenes. Y más cuando en otra vuelta al pasado más lejano escucho “Me colé en una fiesta” del disco “Mecano” del 82, el año que Felipe González empezaba su primer mandato y la Copa del Mundo de fútbol se jugó en España. Mismo disco que abría con “Hoy no me puedo levantar”. Eso sí, todos los éxitos de Mecano son pasados por el tamiz de la modernidad y arreglado a estos tiempos más discotequeros.
Tras tan arrollador inicio, con toda la formación vestida de un inmaculado blanco, llegó una tanda de sus discos en solitario como su primer “hit” “A contratiempo”, “Ya no te quiero”, la canción que cantó junto a Miguel Bosé “Corazones” o “Veinte mariposas”. Escuchamos más como “Soy”, “Sonrisa”, “Antes”, “Ya fue” u “Hora y cuarto” de sus álbumes “Puntos cardinales”, “Pasajes de un sueño”, “Frágil”, “Sonrisa” o el reciente “Mil razones”, editado a inicios de julio de este año.
Trabajos interesantes, más o menos blandos, pero lo que el respetable demandaba eran las grandes composiciones de los Cano para Mecano. Y en eso Ana Torroja no iba a decepcionar con un largo catálogo de parte de la educación sentimental, que escribiese Flaubert, de la mayoría de los presentes: “Cruz de navajas”, “El 7 de septiembre”, “Los amantes”, “Mujer contra mujer”, “Tú”, “La fuerza del destino”, “Un año más”, “Hijo de la luna” o “Barco a Venus” (única contribución a ese extraño disco que era “¿Dónde está el país de las hadas?”). En los bises más himnos como “Hawaii-Bombay”, “Una rosa es una rosa” o “Aire” cantados por petición del público “a capella” para cerrar con esa antológica balada que es “Me cuesta tanto olvidarte” con el que finalizó uno de los conciertos más importantes del verano gaditano.
Discos como “Mecano”, ¿Dónde está el país de las hadas?”, “Ya viene el sol”, “Entre el cielo y el suelo”, “Descanso dominical” y “Aidalai” más sus cinco álbumes en solitario han convertido a Ana Torroja en un icono del pop. Alguien con una carrera a sus espaldas difícil de superar. Y eso aunque a algunos les moleste, en un país tan cainita como España, es un pedazo de la historia musical patria, algo difícil de superar. Y con canciones de todo tipo pues, como anécdota, en una conocida sesión gótica en la discoteca Flamingo de Madrid, llamada Dark Hole y que llenaba de oscuros sonidos los sábados en el centro de Madrid a principios de este siglo, el Dj nos sorprendía a todos cuando pinchaba “El amante de fuego” del “¿Dónde está el país de las hadas?”. Lo mejor es que tras la inicial sorpresa no desentonaba entre el resto de la selección.
Perfecta la contratación del Tío Pepe siempre buscando la excelencia en su cada vez más asentado festival. Uno de los eventos imprescindibles del año (musicalmente hablando) de esta meridional zona de la península, buscando los mejores artistas posibles, la seguridad frente al Covid y una experiencia total para el espectador, con gastronomía de calidad y los señeros vinos de una bodega de la importancia de González Byass.
Fotografía de Silvia Salado
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