James Vieco, vocalista de Saturna y Tears in Rain, presenta su cuarto disco en solitario, bajo el nombre de James Vieco Band y además lo hace en formato acústico, grabado en la tristemente desaparecida Rocksound de Barcelona. Así que sirva también esta grabación cómo homenaje a la mítica sala barcelonesa que tanta historia musical ha acumulado hasta el fin de sus días en sus paredes. Junto a Javi Gómez – batería -, Marc Carrey – guitarra – y Martha Wood – bajo y flauta – se lanza con “Imbecile”, canción que abría su disco “Nimaya” del año pasado y que también abre este acústico del que llama rápidamente la atención, la calidad del sonido. Por un momento cierro los ojos y puedo imaginar un regreso a aquel Seattle que durante un espacio de tiempo se convirtió en algo tan excitante. “Stationary” es la siguiente en sonar con un Vieco que se hace dueño del escenario, porque es cierto que tiene un tipo de voz que atrapa y arropa, pero sin obviar el grandísimo trabajo de los músicos que le acompañan. “Hiding” y “A Picture” son las siguientes en cobrar vida, esta segunda presumiendo de calidez e intensidad, a las que ayudan el apoyo vocal de Martha Woods. Es imposible no tender puentes al escuchar a James Vieco con Chris Cornell, y a veces, al menos a mí se me aparecen entre destellos, Eddie Vedder y Layne Staley.
“Others” se mece a la pauta que le marca la melodía de voz, a dúo con Martha mientras la batería imprime fuerza controlada. “Sincronía”, la única canción en español, con ese precioso inicio de guitarra y flauta que bebe del classic rock de los setenta en sus formas y maneras de entenderlo en modos acústicos. Mi filosofía de vida se resume en dos canciones, “Maneras de vivir” de Leño y “Simple Man” de Lynyrd Skynyrd. Precisamente esta última es la siguiente en sonar, versión que me recuerda a aquella fantástica qué se marcaran Shinedown. Otra cover, esta vez de Soundgarden, toma la noche barcelonesa de aquel día para homenajear a un Chris Cornell y compañía. “Fare the well” es quizás la canción que rompe un poco con la tónica general y en la que se presenta aún más si cabe, la personalidad del vocalista. Sin lugar a dudas, mi favorita del disco. La guitarra de Javi Gómez nos va haciendo crecer la impaciencia con ese influjo que crea en “Letting go” en la que de nuevo abraza sonidos más propios del rock clásico sin dejar de lado esa influencia de mitad de los 90 como impronta. “Like a Child” pone el final a este gran concierto, que debió ser una auténtica gozada para los que tuvieron la fortuna de estar en Rocksound aquella noche y que ojalá el tiempo permita que lo puedan repetir por otros puntos del país. El disco, signo de los tiempos, ha sido editado entre varios sellos, Spinda Records,La Familia Revolución, Nimaya Records, Discos Macarras, Violence in the veins, Dolader Lightning Studio y Producciones Acaraperro