Zenobia hace ya algún tiempo que inscribieron su nombre con fuerza dentro del yunque con el que golpea fuertemente el heavy patrio. Reconocidos por todos, eso mismo que se convierte en orgullo es a la vez presión al centrar la mirada de fans y medios en cada nuevo movimiento que das. “VI” es su nuevo y evidente sexto álbum en el que después de la intro de rigor, nos yopamos de frente con “Sin perder la pasión”, una explosión de hard n heavy con mucha melodía y una parte central muy Deep Purple. “La danza del diablo” es ese tipo de canción himno que tan bien resulta en directo y que en sus líneas vocales a veces me recuerda al gran Tony Solo de Sangre Azul. “El último bastión” se endurece gracias al riff y la potencia que marca la batería y el tono más oscuro que adopta la vozen la estrofa, llegando a recordar en su estribillo a Avalanch.
“Tu amistad” otorga protagonismo a los teclados y se introduce en historias más propias del power metal, combinando velocidad y melodía. “No me dejes caer” comienza con los teclados luciéndose, adoptando una línea melódica que de nuevo me vuelve a traer a la cabeza a la banda de Alberto Rionda. “Buscando una luz” se endurece de manera considerable dejando ver influencias progresivas. En sigo rugiendo vuelven las influencias Purple/Rainbow gracias a los teclados. Una canción directa y potente con un muy buen estribillo que rezuma mucha fuerza. No decae la energía con “Jamás “ en el que la línea de bajo se vuelve preponderante así como la melodía de voz incidencia en ese tipo de canción himno tan propia y necesaria del heavy metal. Gran comienzo el de “El laberinto”, heavy épico a dos voces – masculina/femenina – y ese toque marcial que añaden teclado y batería.
Con el disco casi completo, Zenobia nos ofrecen “Mi mundo por volver”, balada basada en voz y teclados buscando la intensidad propia que reclama este tipo de canciones, el riff de guitarra en segundo plano, poniendo el broche de oro un fantástico solo de guitarra. Pone punto y final al disco “El principe de la oscuridad“ presumiendo de riff. Una canción que intercala partes mas power con otras donde me recuerda los mejores momentos de los Rising Force de Yngwie Malmsteen. Un muy buen disco de Zenobia que siguen con paso firme.
0 comentarios