Seguimos subiendo la temperatura ambiental con otra ‘Oleada Stoner’ dentro de esta nueva triada árida que os propongo. Turno para el australiano Dave Talon, un tipo al que se le coge cariño irremediablemente a través de la red de redes desde que lo conocí, no con la banda madre y que hoy os propongo, no, lo conocí en ‘El Behringer del Capi’ con su proyecto ‘paralelo’ junto a Martina Jackson, los Poor Little Things, una aventura glammy y vintage garagera de la que en Criaturas Salvajes hemos dado buena cuenta por partida doble.
Pero no venimos aquí hoy para hablar de los PLT, sino de The Marlboro Men, uno de las bandas de toda la vida de Mr. Talon (guitar, synths, bass, cow bell…) junto a Fernando Marlboro (drums, percussion). Desde la planicie desértica de las Antípodas, la banda se gesta en 2011 y cuenta con tres discos, The Marlboro Men (2011) y Who Can’t You Get High at 95mph (2012), a partir del cual se toma un pequeño parón para retomar otros dos proyectos más como Rollerball y Kings Of The Sun hasta que el pasado marzo The Marlboro Men volvían a la vida con el recomendable disco que os traigo hoy por aquí…
Ponte en marcha porque nos vamos a las dunas australianas…
Para quien no conozca a The Marlboro Men hay que avisar que no son un combo stoner al uso, su propuesta es 100% intrumental y, en realidad, es un proyecto de estudio de Dave aunque siempre le ande cubriendo las espaldas Fernando Marlboro en labores percusivas y de ingeniero de sonido en estudio. How The West Was Lost and Other Vivid Hallucinations (2020) es, de nuevo, otra aventura de forajidos solos ante el peligro (la influencia del Western en esta banda siempre es más que palpable). En el tracklist se suceden una amalgama de sensaciones y regustos distintos pues pasamos del stoner más trotón proveniente de Kyuss/Fu Manchu («How The West Was Lost (The Big Reprise)», «Grogan’s Run», «Festa Dei Serpari»), a momentos mucho más lisérgicos y cercanos a Brant Bjork y el Rancho de la Luna («Ape Has Killed Ape», «Slow Train To Domodossola»). Nuestro héroe en las antípodas también se permite experimentar con el ambient y el easy listening con el amenazador «Antarctica and Beyond»… ¡y os aseguro que sale bien ileso del intento!. En conclusión, un discazo para encontrar tiempo suficiente y disfrutarlo de principio a fin pues, como vayas con prisa, igual no te das ni cuenta de la joyita que tienes entre oreja y oreja…
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