Para hablar de los burgaleses Frío no tengo más remedio que realizar un retrospectivo viaje en mi memoría. Era una rara avis dentro de nuestro panorama musical. Aunque aparecían en revistas como la HeavyRock, su música no terminaba de encajar dentro de la fauna hard rockera patría por sus planteamientos ilimitados, donde además del rock melódico, sobre todo el facturado en este país, se encontraba a menudo en minoría. Aun así, la calidad de sus composiciones les hacía destacar entre la media. Tres décadas después, me sorprendo con nuevo disco de Frío en manos, y reconozco que me hace una ilusión bastante grande. A estas alturas, una gran mayoría de músicos han comprendido como desgraciadamente funcionan las cosas en este país y se lanzan a hacer música sin ataduras ni condicionantes que limiten su espíritu compositivo. Frío han evolucionado. Siguen manteniendo el rock melódico de antaño, pero no dudan en coquetear con el pop, el blues o el soul en sus canciones, como demuestra a las claras la canción que abre el disco y además se encarga de darle nombre. La voz de Daría envuelve la atmósfera perfectamente respaldada por el buen hacer de sus compañeros de grupo – Peri al bajo, José Alberto a la guitarra, Diógenes M. Cuesta a la batería y los teclados de Rodrigo Vázquez – más los coros de Judith Valenzuela, en una canción elegante que ha traído a mi cabeza recuerdos de aquella gran banda que fue Presuntos Implicados.
«Vuelo con el viento» presume de riff mostrando la faceta rockera de Frío, bien respaldado por los teclados y la capacidad de registros del que puede presumir Daría Ras. «Un trozo de mi corazón» es una adaptación de «Piece of my heart» de Janis Joplin que les queda realmente bien, además de adaptar la letra muy, pero que muy bien al castellano. Además consiguen aportarle un muy buen rollo a la canción. «Nubes de barro» es un precioso medio tiempo, en el que Judith Valenzuela dobla voces en el estribillo con Daría Ras y el teclado cobra protagonismo. «Como el humo de un cigarro» tiene que funcionar de maravilla en directo. Ese teclado y las guitarras en su punto exacto de dureza junto a una precisa – y preciosa – melodía de voz. «Si será verdad» pone punto final con sus aíres pop. Sin lugar a dudas este «Todo se vuelve azul» es un regreso por la puerta grande de una grandísima banda, que ojalá no se vuelvan a marchar.
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