Muy lejos quedan las joyas apocaplíticas y siniestras repletas de sonidos industriales con las que Marilyn Manson se dio a conocer a mitad de los 90. Toda la transgresión, el maquillaje y los escándalos venían acompañados de auténticos trallazos como Portrait of an american family (1994), el inmenso Antichrist Superstar (1996) o Holy Wood (2000). Mucho ha llovido desde entonces y la carrera de Marilyn Manson se ha convertido en una titánica lucha contra el olvido y algo mucho peor: el tedio. En cada nuevo disco Manson intentaba evitar el encasillamiento y, como vampiro, mantenerse vivo a base de sangre nueva. Algo que no siempre ha conseguido.
En plena pandemia y un 11 de Septiembre Marilyn Manson presenta WE ARE CHAOS, su disco más pop desde Mechanical animals (1998). La cita a este LP no es casual, encuentro que ambos discos tienen más de un punto en común: ambos dejan de lado el sonido más pesado de Marilyn Manson para presentar la vertiente más calmada y reflexiva del ya veterano artista. Una vez más, en buena parte de WE ARE CHAOS el sonido gira hacia el glam rock más que hacia el metal o el sonido industrial. La influencia de David Bowie siempre ha estado presente en Marilyn Manson pero en estos dos trabajos resulta más evidente. Esta vez Manson ha incluido solamente 10 canciones; lo bueno si breve, dos veces bueno. Siempre es mejor incluir pocas canciones pero interesantes que incluir temas de relleno que acaban cansando al oyente. No hay esta vez ninguna versión de clásicos de los años 80, tampoco se echan de menos.
Por mucho que el single God’s gonna cut you down (clásico que ya interpretaron Elvis o Johnny Cash) nos hiciera pensar que Manson iba a tirar por el country, tranquilos, solamente fue una falsa alarma. En WE ARE CHAOS no hay atisbos de country por mucho que el productor Shooter Jennings provenga de este género. Eso sí, hay mucha presencia de guitarras acústicas en el disco, quizás el único vestigio de la influencia del rock sureño de Jennings. Los fans del Manson más macarra disfrutarán con el oscuro y sorprendente arranque de rabia que supone RED BLACK AND BLUE. La fiera parece que aún es peligrosa a pesar del paso del tiempo. Pero pronto llega la calma con WE ARE CHAOS, tema que sirvió de adelanto y nos dejó con una expresión de sorpresa en el rostro. Es un tema agradable muy alejado de lo que Manson nos tenía acostumbrados, suena muy Bowie, la verdad. Me temo que si fuera un tema de un grupo nuevo, nadie le hubiera prestado atención. No pasa nada porque Manson abandone esa pose de satánico patriarca del rock gótico, pero el tema no me parece gran cosa. Me gustan mucho más DON’T CHASE THE DEAD y PAINT YOU WITH ME. Me parecen lo más logrado de WE ARE CHAOS con diferencia, son un soplo de aire fresco por mucho que, paradójicamente, podrían haber encajado sin problemas en Mechanical animals. ¿Me ha parecido oír un piano en DON’T CHASE THE DEAD? Manson se pone intenso y misterioso abusando de esa voz gutural marca de la casa pero nunca vuelve a sonar realmente afilado. La única excepción es INFINITIVE DARKNESS, ya desde el título, la pieza más cañera del disco y nada que no hubiéramos podido encontrar en anteriores trabajos del anticristo.
Es de agradecerle que Manson cambie de registro (o lo intente) por mucho que la cosa se haya quedado a medio camino. Buenos temas como HALF-WAY & ONE STEP FORWARD (sí, es un piano), PERFUME y KEEP MY HEAD TOGETHER siguen por la senda glamurosa y sorprenden gratamente. Si el objetivo de The god of fuck era evitar el tedio, objetivo cumplido. Es entonces cuando nos damos cuenta del excelente trabajo de producción que ha realizado el propio Marilyn Manson con Shooter Jennings intentando que cada tema suene distinto y jugando con todo lo que un estudio puede ofrecer. Lo cierto es que hace mucho que un disco de Manson no sonaba tan fresco y variado. Más oscura suena SOLVE COAGULA, con esos ambientes tétricos que tan bien domina el amigo Manson. El LP termina con la balada BROKEN NEDDLE que recuerda irremediablemente a Coma White, aquel tema que cerraba, sí, lo has adivinado: Mechanical animals. Cierto que Manson peca de poca originalidad a la hora de cerrar el disco, pero ya son 11 LPs los que lleva a sus espaldas y, cierre como cierre, ya lo habrá hecho antes (y muy probablemente mejor).
Resumiendo, WE ARE CHAOS aprueba con buena nota y confirma la línea ascendente que se inició con Pale emperor (2015) y Heaven upside down (2017).
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