Se ha hecho esperar por culpa de la maldita pandemia del Covid-19 pero por fin ha llegado TENET a nuestras salas. Si algo ha quedado claro en lo que llevamos de siglo XXI es que el británico Christopher Nolan es el mejor exponente de un nuevo cine que combina a la perfección entretenimiento y calidad. El cine de Nolan no es sencillo a veces pero siempre es entretenido. TENET es otro ejemplo de ese cine grandilocuente, espectacular y complejo propio de su director. Realmente TENET no aporta nada nuevo al imaginario ni a la forma de rodar de Christopher Nolan, es otra pieza más dentro del intrincado laberinto que contaba con hitos como Origen o Interstellar. TENNET no supera a ninguna de las citadas pero es innegable que es muy entretenida (te clava al asiento desde el primer fotograma) y no decae en ninguno de sus 150 minutos. Algo que de muy pocos directores se puede decir hoy en día.
Técnicamente, TENET es impecable. Un espectáculo de primera en todos los sentidos. Tanto la fotografía, los efectos, el atronador sonido, el montaje y la edición son sobresalientes. En ese aspecto TENET supera al resto del cine de acción contemporáneo. TENET contiene alguna de las mejores escenas de acción del cine moderno. Sirva de ejemplo esa persecución en la carretera en la que casi salgo despedido por la inercia. Eso sí, la música de Ludwig Göransson me pareció que emulaba demasiado a la de Hans Zimmer (a base percusión y zumbidos), aunque resulta igual de adrenalítica y excitante.
No procede analizar el guión con lupa, ya decía Hitchcock aquello de Dios nos libre de los verosímiles, no todo (o más bien nada) tiene sentido en este rompecabezas temporal. Y mejor que así sea. Que si el aire, que si el fuego, que si tal elemento no resulta coherente, que si el cristal del retrovisor, etc La premisa de la que parte TENET es imposible, punto. No le demos más vueltas ni busquemos tres pies al gato. TENET es pura ciencia ficción y así hay que disfrutarla. Nolan elabora otra vez un laberíntico guión repleto de flecos y múltiples interpretaciones aunque esta vez se le empiezan a ver las costuras. Nolan se repite por lo que las fortalezas de TENET no son tan incontestables como en su cine anterior. Siendo muy malos, casi podríamos decir que TENET es un remake de Origen cambiando sueños por tiempo. Tanto en estructura como en resultados ambos films son muy similares, sin embargo TENET llega 10 años después.
Lo cual nos lleva al peliagudo asunto de si Nolan no se habrá estancado. Sinceramente, opino que TENET evidencia que la fórmula de Nolan empieza a dar muestras de agotamiento. Sigue estando muy por encima de la media, pero también se repite en su impecable estilo. Es más, TENET es, como ya pasaba con Origen, una actualización de la saga de James Bond: vale, tenemos a un protagonista negro pero la estructura del film es calcada a la de cualquier film de 007: lujo, acción, muchas localizaciones, un objeto que hay que recuperar, trajes caros, persecuciones en coche, mujeres florero que el protagonista utiliza para llegar hasta el villano de turno, etc. Por cierto, ya que estamos, en el villano es donde encuentro el punto más endeble del guión. Me gusta Kenneth Branagh pero aquí nunca acaba de resultarme creíble, más bien parece un villano de opereta, una caricatura que nunca resulta amenazante. Aquí lanzo una propuesta a ver si se materializa: que Nolan escriba y dirija su propio film de 007.
Tranquilos, es pronto aún para proclamar que Nolan ha empezado su inexorable declive. Quizás sea pedirle demasiado que se reinvente a cada paso o, simplemente, con la cantidad de excelentes películas en su haber, Nolan ha tenido un ligero tropiezo. Lo cual no quiere decir que TENET sea mala, ni mucho menos, pero sí que baja algo el nivel respecto a sus mejores trabajos. Ocurre, amigo Nolan, que nos tenías mal acostumbrados.
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