Vuelvo a apoyar mis codos en la barra del bar. Circunstancias obligaban un distanciamiento no voluntario, pero si necesario. Hoy este pequeño rincón dentro de la revista abre sus puertas por un rato. Hoy no es un día cualquiera. 25 años sin Rory. Siempre serán demasiados. Sean los que sean. Afortunadamente, la magia nunca muere. No recuerdo exactamente la primera vez que le escuché tocar. Si como me sentí. Como me hizo sentir. Aquello fue amor a primera vista, primera oída. O como lo queráis llamar. Da igual. Hay cosas que son para siempre. Y la música de Rory Gallagher es una de ellas. Como la de tantos otros. cierto. Esto va por barrios y en el mío particular, Rory es el santo patrón de las seis cuerdas. Del blues, del rock, de lo que le venga en gana. Que a mis dioses le rezo cada día lo mismo en la barra de un bar que un rincón de mi casa. Porque la música es todopoderosa y por fortuna nunca inmaculada. Está salpicada de los pecados que rebosan cuando la pasión alcanza limites insospechados. 25 años son un momento. 25 años son una espera larga. 25 años se evaporan de golpe y porrazo cuando el aire se envuelve con el sonido de su guitarra. Te echamos de menos Rory. Aunque nos queden tus canciones.
Comentario *Excellent review of an excellent album... And I agree that we can all use an extra thirteen helpings of…
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