Qué bueno comprobar que todavía existe esperanza en el Rock’n’Roll…¡¡¡y que encima esa esperanza puede venir de UK!!!. Que se esté hablando en estos momentos en medios especializados, ajenos a los siempre sensacionalistas medios de aquel país, que los ingleses de Essex, FALSE HEADS, pueden ser la gran esperanza del Rock ‘no es moco de pavo’, de hecho, el powertrio formado por Luke Griffits (vocals, guitar), Jake Elliott (bass) y Barney Nush (drums, vocals) se ha dado mucha prisa, en concreto en menos de cuatro años (se formaron en 2016), en generar muy buena ‘mierda’ y mejor ruido cuando ya están en boca de gente tan fiable como respetable como Danny Fields (productor de los Ramones) y el mismísimo Iggy Pop. Ahí lo voy dejando…
‘Por favor’, has de adentrarte en la maraña sónica de estos chavales porque te va a merecer muy mucho la pena…
Por todos es sabido el ansia que siempre se tiene en Inglaterra por encontrar ‘the next big thing’ o el más rabioso ‘hype’ que cree o genere una moda para así explotarla al máximo y sacar beneficio (lo más normal) o que realmente convierta a esa ‘nueva sensación’ en un nombre que será recordado para la historia (lo menos probable hoy en día). Pues bien, una banda que cuenta ya con el beneplácito de los citados antes del salto y que ya ha girado con Queens Of The Stone Age, Band Of Skulls, David Byrne, The Libertines o Frank Turner entre otros, no es como para pensar que son simplemente un puto producto de mercado para usar y tirar. En fin, el tiempo lo dirá, lo que sí tengo muy claro es que los False Heads han venido para querer quedarse y llevan currando sin parar desde su gestación hasta la actualidad con la reciente publicación de su disco debut, It’s All There But You’re Dreaming (2020).
[divider]FALSE HEADS[/divider]
La Opera Prima de los de Essex tiene una pulsión inusitada e inesperada por quien suscribe pues me esperaba algo más impostado e indie rock. Todo lo contrario. Luke, Jake y Barney se dejan la piel con sus intrumentos y le meten toda su alma en unas composiciones viscerales y furiosas que te van a recordar muy pronto a Nirvana con los Muse de sus dos primeros discos, al post punk y a la era alternativa de finales de los 80’s encabezada por los Pixies. Desde el primer corte con «Whatever You Please» notas el espíritu visceral y urgente de Kurt con ese comienzo pausado para luego explosionar guitarras y mostras virulencia y músculo sónico. Y si hablamos de músculo, haz el favor de meterte en vena «Ink», «Slew», «Slease» o el tremebundo corte que cierra el disco con el desbocado y esquizoide «Rabbit Hole», de guitarras enrabietadas, elásticos bajos indestructibles y una batería con una impulsividad rítmica como si de Mr. Grohl se tratase. «Help Yourself» es una pequeña «In Bloom», así como «Steady On Your Knees» te va a remitir a Kim Deal y sus Pixies (sí Black Francis, perdona que la cite a ella primero…) con ese bajo tan de los Duendes de Boston. No seguiré más, a mí me ha pillado a contrapié y todavía ando con la baba colgando. Un puto descubrimiento en toda regla del que espero que, tras el éxito que tendrá este disco, porque lo tendrá, no se desinchen y siga dándonos descargas de adrenalina vital y emocional tan brutales como ésta…
¿No sentís revivir los conciertos de Kurt, Kris y Dave en este videoclip?…
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