Aun recuerdo cuando salio este disco, por aquel entonces vivía en París y los primeros compradores recibían una camiseta de edición limitada por lo que el día del lanzamiento había hasta cola para adquirir dicho disco. Todavía conservo aquella camiseta aunque se nota el paso de los años y los conciertos que ha vivido.
El disco era el combinado de un inmenso guitarrista único como es Jimmy Page y la de una de las garganta mas famosas del Hard Rock, que es la de David Coverdale. Las mentes estrechas solo hicieron comparaciones ridículas con Led Zeppelín y tacharon de plagiador de Plant a Coverdale. Lo lamentable es que todo esto se dijo sin tan si quiera escuchar el disco. Un trabajo donde ninguno de los dos protagonistas puede escapar a su pasado, sobre todo por parte de Page que estampa su firma a lo largo y ancho del disco, con toques orientales y esa grandiosidad típica de los Zeppelín, con unos riffs turbulentos, solos inspirados con una brillante utilización de la acústica y una energía desbordante que estalla tema tras tema. Y que decir de Coverdale, pues que en 1993 todavía estaba en un magnifico momento y alardeaba de ser unas de las voces definitivas del Hard Rock, prueba de ello es “Easy Does It” donde su voz nunca ha estado tan bien aprovechada o en ”Take a Look At Yourself” un blues de ocho minutos donde puede y vuelve a presumir de de voz. Es verdad que en algunos momentos sus inflexiones vocales recuerdan a Robert Plant, pero siempre lo ha sido no solo aquí, con Whitesnake también pasa. Su trabajo es notable en temas como el épico “Don’t Leave Me This Way” que recuerda la grandiosidad de ambas de las bandas que lideran estos monstruos. Mención especial para “Take me for a Little While” y “Whisper a Prayer for the Dying” que cierra magníficamente esta colaboración única.
Si queremos reprochar algo, seria que por momentos hay un exceso de virtuosismo innecesario, no obstante este es un disco que es de la misma categoría que los dos grandes músicos que lo firman. Existe un Bootleg, “Live in Japan” donde además de interpretar temas del disco también interpretaban temas de Led Zeppelín y Whitesnake, lo que da un cierto morbo escuchar temas de la serpiente blanca perpetradas a través de la perspectiva de Page y las composiciones del dirigible bajo el prisma de la voz de Coverdale.
Discazo, sin duda.
La moda era machacarlo … ¡que se cree Coverdale!. ¡Que se cree Page!. ¡Que pueden hacer un disco de Zeppelin sin Roberto!. Pues no se, a mi el disco me parece un portento. Coverdale estaba en un ego trip eterno desde finales de los 80 y podia con todo y algunos de los temas son una bomba … me encanta este disco