Cerramos otra trilogía más de ‘Oleadas Stoner’ de este otoño que ya apunta a invierno con una propuesta bien distinta de las dos anteriores. Hoy os vengo a presentar a los ingleses Green Lung, un quinteto mágico formado por Tom Templar (voz), Scott Black (guitar), Andrew Cave (bass), Matt Wiseman (drums) y John Wright (Organ). Como podréis observar por la portada, los aquelarres y los rituales oscuros son su imaginario lírico y sónico por lo que las atmósferas Sabbath, Pentagram, Blue Cheer o Coven son pasto de los surcos del álbum que os traigo hoy. La banda comienza su andadura en 2017 con una ‘demo’ para lanzar un primer EP titulado Free The Witch (2018) un año después con texturas Stoner Doom con cierto rollete fumeta (a su nombre me remito) del que se han desprendido practicamente en su totalidad en éste su primer LP. Dame la mano y completemos el círculo…
… porque debes ‘Dejar que el Diablo entre’…
Y ahora sí, los londinenses Green Lung se han marcado con Woodland Rites (2019) un debut de auténtico lujo, una Opera Prima de esas que, en comparación con otras bandas con una discografía más dilatada, podría tratarse perfectamente de un cuarto o quinto disco por muchas razones, producción, madurez, sonido, clarividencia de ideas y, como siempre digo, por lo más importante, las canciones. Como os decía antes del salto, la banda se ha decantado por facturar un tracklist imbuido de atmósferas oscuras y opresivas por lo que es obvio que el Doom y el Occult Rock le han ganado la partida a los ritmos (que no a la temática) más áridos de su EP anterior, eso sí, lo de ‘oscuros y opresivos’ no quiere decir de ninguna manera que sea un disco lineal y aburrido como muchos del género que pecan de repetición de esquemas, la banda está de fábula, cada uno en su sitio y con su espacio, con unas atmósferas ‘old school’ y un sonido ‘retro’ perfectamente planteado y servido en bandeja para el disfrute desde la intro inicial «Initiation» con ese riff tan Iommi hasta su epílogo con el cadencioso y pegadizo «Into The Wild». Por el camino nos encontramos con golosinas como «Woodland Rites» en donde gozamos escuchando el timbre nasal ‘a la Ozzy’ de Tom Templar que será una constante en todo el disco y comprobamos lo ‘hacha’ que es Scott Black con riffs, punteos y solazos para quitarse el sombrero. Quizás los temas más Stoner Doom sean «Let The Devil In» y «Call Of The Coven» con una intención más guitarrera y potente, por contra, es de agradecer que cortes como «The Ritual Tree» o la relajadita «May Queen» ofrezcan esa parte del doom más folkie y melodiosa. No quiero acabar esta reseña sin mencionar el grandioso riff del ‘doomie’ «Templar Down», un tema que debería convertirse en un ‘instant classic’ en sus bolos. Melodía, cambios de ritmo, riff marcado, clavicordio 70’s y esa voz tan diabólica en una de las composiciones clave de este disco. En conclusión, creo que os ha quedado claro que lo que tenemos entre manos es un disco muy entretenido y que, a pesar de colgársele la etiqueta ‘Doom’ (con lo que esto suele asustar…), se pasa como un suspiro y se disfruta mucho. Kadavar, Ghost y Graveyard ya tienen un nuevo aspirante al trono más ‘oscuro’. Démosle de nuevo al ‘Play’…
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