Retomamos otra trilogía de ‘Oleadas Stoner’ que ya tocaba desde este verano. Esta nueva ‘triada’ va a ser especial porque las texturas etéreas (a excepción de un caso) van a ser combinadas muy sutilmente con la distorsión desértica, además de que las dos bandas en cuestión son auténticos ‘popes’ del movimiento Desert Rock; el primero por ser sus jodidos creadores/fundadores y en el segundo por encontrarse entre lo más granado y solicitado del Stoner en pleno S. XXI. Vayamos al primer caso pues los Yawning Man son, indiscutiblemente, las auténticos gurús del género, llevan desde el ’86 haciendo grande Palm Desert a su particular manera (Kyuss llevaron el movimiento a la fama pero Gary Arce, Mario Lalli y Alfredo Hernández ya estaban ahí mucho antes con Y.M.) y, si bien no se prodigaron en demasía en los 90’s y la primera década del nuevo siglo, es en los 10’s cuando han abierto las alas llevando ya cuatro discos de estudio en diez años.
En concreto, Macedonian Lines (2019), es su séptimo disco que ahora mismo paso a susurrártelo en voz baja para no cortar la hipnótica atmósfera que está a punto de imperar en tus oídos…
Imbuidos por la expiación espiritual y onírica que tan bien saben generar Arce (guitar), Lalli (bass) y Bill Stinson (drums), Macedonian Lines (2019) se te puede convertir en el disco ideal para desenchufarte de la jodida realidad, en la travesía perfecta para sobrellevar las odiosas rutinas y las discusiones sin sentido laborales y sentimentales. Eso ya es mucho decir. El séptimo trabajo de los de Palm Desert es integramente instrumental, ni Arce ni Lalli necesitan recurrir a sus cuerdas vocales para lanzar su mensaje de onírica paz pero de tensa esperanza y obsesión desértica así, todos los cortes contenidos aquí exploran el desierto una vez más desde el espacio, sin recrudecer su propuesta más que cuando se necesita algo más de tensión como en «Bowie’s Last Breath» con el fuzz terrenal de Lalli peleando con los etéreos punteos de Arce. En cuanto a los demás cortes, te van a resultar un agradable viaje obsesivo y nocturno en donde el progresivo y el post rock van cogidos de la mano caso de los sofisticados «Virtual Funeral»/»Mellancholy Sadie» o la hipnosis inducida por «Macedonian Lines». El epílogo viene con su tema más extenso, siete minutos largos de subidas y bajadas en intensidad instrumental (cercana incluso al Math Rock) y épica desértica, siete minutos en donde desierto y sideralia espacial no paran de besarse una y otra vez. Yawning Man son una ‘deluxe’ que mucha gente se está perdiendo, os lo aseguro…
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