Volvemos necesariamente a la escudería italiana Frontiers Music Srl para seguir cubriendo lanzamientos más que interesantes y que no tienen que ver sólo con el Melodic Rock o AOR propiamente dichos. Para empezar, el sello tiene muy buena mano para gestar nuevos proyectos con viejas glorias del Hard Rock, el Melodic Rock o el Heavy Metal o bien, conformar ‘all star bands’ como si fuese lo más natural del mundo, en algunos casos no funciona del todo pero, en el caso que hoy nos ocupa, os aseguro que los Spirits Of Fire son un ‘combo de estrellas’ de primera línea. ¿Qué?, ¿que no os lo creéis?… Salta la muralla de fuego y verás!…
Comencemos con un puñetazo ‘a la Judas Priest’ como el corte inicial!!!…
Como supongo os habréis dado ya cuenta (bien por la voz o por las imágenes del clip), el mismísimo Tim ‘Ripper’ Owens (ex-Judas Priest, Iced Earth) vuelve a liderar un proyecto con el prestigioso guitarrista Chris Caffery (Savatage, Trans-Siberian Orchestra) haciéndose acompañar por los no menos conocidos Steve DiGiorgio (Testament, Death…) a las cuatro cuerdas y Mark Zonder (ex-Fates Warning, Warlock) bajo la atenta mirada a los controles del refutado Roy Z., productor de primeras espadas como Rob Halford, Bruce Dickinson o Tribe Of Gypsies. El nombre no es que sea un acopio de originalidad pero el Metal facturado por el cuarteto lo cierto es que tiene mucho gancho, es muy potente y suena muy actual a pesar de beber de la teta de Judas Priest, Savatage o Testament. Está claro que a nivel vocal las referencias a Halford iban a ser lógicas, Tim ha nacido para generar con sus cuerdas vocales los gorgoritos de Rob pero no se extra-limita, eso sí, cortes como «Light Speed Marching» dicen mucho de quien es su influencia principal. En cuanto a la instrumentación, aquí se lucen todos pero es obvio que Chris se lleva todos los elogios, su trabajo de guitarra es exquisito y poderoso a partes iguales, tanto en tracks más pesados y cercanos al trash («Stand And Fight» o «Meet Your End») como en composiciones más hard & heavy como los siete minutos largos del trabajado «A Game», el medio tiempo «It’s Everywhere» o la obligada powerballad de «Alone In The Darkness» muy lejos de ser azucarada y exenta de fuerza Heavy.
Me han gustado más de lo que esperaba y a tí, ferviente servidor de la religión Heavy, debería provocarte lo mismo, como mínimo…
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