Que levante la mano el que piensa que M-Clan nos debe una. Eso si también entiendo que cada cual es dueño absoluto de su destino que estoy casi seguro de que si los murcianos hubiesen seguido sacando esos discos que nos gustan a ti y a mi -y seguro que a ellos- a estas alturas no estarían viviendo de la música y lo mismo ni existían como banda, vete tu a saber. Ejemplos tenemos a miles y a final, a todo el mundo le gusta vivir de su sueño aunque tenga que maquillarte y las facturas hay que pagarlas aunque hagas las mejores canciones del mundo. Así que con la añoranza en cada nuevo lanzamiento de M-Clan ahora que sabíamos que Carlos Tarque lanzaba su disco en solitario, el murmuro generalizado sobre lo que podíamos encontrar en esta obra homónima suscitaba emociones y debates.
Pues una vez escuchado este «Tarque» una y otra vez, la sonrisa se anida en mi cara cuando escucho esas guitarras que suenan en la totalidad del disco. Que Carlos Tarque es posiblemente uno de los mejores vocalistas de rock de este país no creo que sorprenda a nadie. Con Carlos Raya como subcomandante de esta historia y la seguridad de llevar otros dos grandes músicos como Iván González y Coki Giménez, el rock and roll brota por las ventanas al comenzar a sonar «Bailo» que abre el disco. Riff en primera línea, Tarque mostrando porque su garganta es privilegiada y un estribillo muy resultón. «Ahora y en la hora»es una maravilla musicalmente, esos arranques y frenadas, el riff guiando la maquinaria junto al sonido del rock clásico. La canción que nos puso en aviso de lo que se nos podía venir encima es «Heartbreaker» donde rinde culto al llorado Tom Petty utilizando en la letra títulos de Petty. Ojo a ese riff de «Donde nace el rock and roll», reminiscencias del mejor hard de épocas pasadas y Tarque sin perder comba en ningún momento como santo patrón de esta resurrección en forma de rock and roll.
Aires a AC/DC en «El diablo me acompañará», Tarque en un estado vocal envidiable, toda la banda sonando como un puñetero sueño, cinco canciones y el nivel rayando una altura impensable. Si la voz de Tarque debe de ser la gran protagonista, la guitarra de Raya es la gran culpable de la adicción que me produce este disco. Comienzo a lo «The wind cries Mary» para «Lobo solitario» un efectivo medio tiempo en el que el vocalista lo borda. ¡Como me gusta «Juicio final»!. Palmas marcando el ritmo y una letra muy pero que muy canalla. ¡Puro rock and roll, hermanos!. Emotivo homenaje con «Janis, Amy, Billie», quizás la canción más M-Clan al menos en cuanto a melodía de voz y ritmo. «Electroshock» te pone a cien rápido, un, dos, tres y esa guitarra escupe rayos y truenos. «Cactus en el corazón» es una canción para escuchar con atención, no dejar pasar esa letra llena de dolor retratando a aquellos que deben dejar atrás su hogar en busca ya no de una vida mejor, sino de poder al menos vivir. Grandísimo disco el que se ha marcado Carlos Tarque. Descomunal trabajo de Carlos Raya a las guitarras. Yo me doy por pagado de momento querido Carlos Tarque.
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