Qué bueno volver a escuchar un disco de E’Nuff Z’Nuff. Todo aquel amante del glam metal pero también del powerpop no debería perderse a esta banda si todavía la desconocen. Todo el mundo ha pasado por ‘fases’ escuchando obsesivamente la discografía de bandas en las que has deseado sumergirte de lleno. Pues bien, eso me pasó a mitad de los 90’s con Redd Kross, Jellyfish, The Wildhearts y, cómo no, E’Nuff Z’Nuff, la banda de los excelsos (pero también irregulares) Donnie Vie y Chip Z’Nuff.
Decimocuarto disco, se dice pronto, de la banda de Illinois. Muchos casi ni recordarán aquel refrescante debut del ’89 con aquellos «New Rose» y «Fligh High Michelle», mega-hits que lo petaron absolutamente en las listas y que dieron seguridad y tablas para parir un album tan sólido y definitivo como su Strength del ’91. Pero el Grunge y la música alternativa se lo llevó todo por el medio y lo que parecía una inminente llegada a lo más alto para la imbatible formación formada por Vie, Z’Nuff, Frigo y Foxx se truncó condenándolos al underground a pesar de que la banda se mantuvo en activo discograficamente hasta su primer parón en 2000. La banda vuelve intermitentemente en 2003 y se suceden discos como Welcome To Blue Island (2003) o ? (2004) hasta una nueva crisis entre Donnie y Chip que dura esta vez hasta 2010 con la publicación de Dissonance (2010). La estabilidad en la formación nunca fue uno de sus fuertes…
¿Y qué hace a esta banda tan especial?. Pues está clarísimo, su capacidad para mezclar el glam metal con el powerpop de tintes ácidos siempre fue la hostia de personal, esa influencia tan vital para ellos de la melodía Beatle en todas y cada una de sus canciones junto con el gancho de todo unos Cheap Trick o Badfinger además de tener una imagen ‘glammy’ 80’s tan llamativa, siempre han conseguido emocionarme y tocarme la fibra al igual que Redd Kross y Jellyfish.
Diamond Boy (2018) sigue con la misma dinámica, sonido y estilo tan particular de la banda, eso sí, con la particularidad de que este es el primer disco sin la aportación de Donnie Vie centrado al 100% en su carrera en solitario, además de tener a Chip Z’Nuff por, tambien por primera vez, centrado en la voz principal. La conclusión es bien sencilla, el disco es fantabuloso, muy agradable a la escucha desde el principio con temas tan chulos como «Diamond Boy» o «Metalheart» que muestran la faceta más glam metal guitarrera, así como los más poppies con mucho punteo ‘a la George Harrison’ como «Down On Luck» o «We’re All The Same». Mis temas favoritos son, a día de hoy claro, «Faith Hope & Luv» y su siguiente «Dopesick» los más powerpoperos, con un gancho descomunal y ‘catchy’ el primero y el más relajadito pero con un estribillo brutal el segundo.
Enuff Z’Nuff se lleva muy adentro… o no se lleva…
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