Lo que en un principio parecía, y supongo que lo era, un proyecto para tocar las narices a su hermano, poco a poco se ha visto que ha germinado fuerte y con sentido, The Magpie Salute, el grupo de Rich Robinson con antiguos cuervos y amigos del gremio.
Con un primer trabajo muy disfrutable con versiones siempre muy bien recibidas por la parroquia rockera, todos esperábamos que nos iban a ofrecer con este nuevo disco. Es cierto que los Black Crowes tenían aún mucho por ofrecer, pero al igual que las viejas parejas la relación entre los hermanos, que nunca fue muy buena, terminó por desgastarse por completo. Al final con el tiempo hemos ganado al cambio, ya que el proyecto de Chris; Chris Robinson Brotherhood, si bien no es de agrado de todos, está lanzando buenos discos y ofreciendo conciertos memorables. La carrera de Rich y Marc Ford en solitario, si bien era de calidad, no les daba para comer a nivel que ellos se habían acostumbrado. Ahora con The Magpie Salute parece que han conseguido involucrarse en crear un verdadero grupo y facturar un gran disco titulado High Water I, por lo que se supone seguirá en breve un segundo volumen.
Viendo quienes son estos elementos y de donde proceden uno ya se puede imaginar de que va el disco, por supuesto hablamos de rock con tintes sureños, psicodelicos y con sus raices en el blues. Pero claro, si no hay química esto no funciona y suena a prefabricado, pero eureka, la química esta muy presente y con una frescura inexplicable para unos tipos que llevan tanto haciendo música. Los cuervos en cierta medida pasan a ser unas urracas que pueden ser blancas y negras, pero que en definitiva sigue siendo de la familia de los cuervos; y eso es lo que hacen música que la gente quiere oír cuando piensan en estos tíos. Un cruce entre el disco “Before the frost…” y el “Armorica”, pero un camino mas retorcido debido a unos músicos cuyos caminos les han llevado a reunir todo los fragmentos que han ido aprendiendo a lo largo de sus vidas. O, por decirlo con discos ajenos a los Crowes ,algo como unos Manassas con tintes Byrds y Zeppelinanos. Por ello tienen cabida hermosas baladas perfectas para oír alrededor de una fogata, guitarras elaborando perfectas filigranas como M,Ford sabe sacar de su guitarra y esos riffs humeantes que nos traen viejos recuerdos. Algún corte mas del estilo rock and roll festivo, pero en definitiva un disco de músico que han llegado a una madurez .
Grabado en los Dark Horse Studios de Nashville son doce temas que no tienen nada que envidiar a cualquier cosa que haya hecho Chris Robinson, y este disco sera seguramente mas del agrado de los que no conectan con el rollo jam/hippie de Chris, aquí se ve y se comprende mas la faceta de como era cada hermano y porque los Cuervos ya dejaron de volar. High Water I es todo lo que esperaba y más, las voces, guitarras y una producción impecables, el típico disco que cuanto más lo escuchas, más te gusta.
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