Los referentes generacionales son necesarios y mucho. Nuestros grandes héroes nos miran desde la pared como cantaban Barón Rojo, pero también necesitamos a otros que nos miren desde arriba de un escenario. Me cansa el enésimo rumor de reunión de Led Zeppelin y el ansia que crea en muchos. Nuestro pasado es glorioso y necesario pero no podemos ni debemos cerrar las puertas al presente. Que The Kinks quieren grabar nuevo disco, bienvenido sea, pero no pienso parar el mundo por ello, mis ojos van a seguir clavados en aquellos que dieron el zarpazo hace un rato y especialmente en los que están dispuestos a hacerlo hoy mismo. Por eso me alegra que el hecho de que Mark Tremonti tenga nuevo disco levante expectativas. El guitarrista de Creed y Alter Bridge es un tipo que ha demostrado se sobra saber lo que se trae entre manos y esta nueva aventura, completada con una novela de ciencia ficción escrita por él junto a John Shirley que además convierte el disco en una historia conceptual.
Estando Tremonti por medio, que los riffs van a sonar a diestro y siniestro no es ninguna sorpresa, faltaría más. El disco se abre con «Bringer of war» con ese riff poderoso, arañazos de heavy metal en la cima y un buen estribillo. «From the sky» tampoco deja espacio a la calma, una base muy potente, hard and heavy de centurias posteriores y el rollo alternativo de su estribillo. La canción que da nombre al disco combina oscuridad y melodía amparado en unos parámetros actuales. «Trust», sonido actual, mucho groove y alejamiento de los tratados más metálicos de las dos primeras canciones. «Throw them to the lions» vuelve a lucir la potencia por bandera, directo, pero le falta algo, no termina de ponerme a cien. «Make it hurt» si me gusta, pinta de funcionar bastante bien en directo, riff potente pero no en primer plano y estribillo resultón. «Traipse» se presenta como medio tiempo, en el que se luce especialemente la voz. «The first the last» suena bien pero demasiado parecido a otras cosas del pasado de Mark Tremonti, tanto que he terminado cantando otra canción mientras sonaba.
Menos mal que vuelven los riff after riff con la forzuda «A lot like sin», no se si bajar revoluciones en las dos canciones anteriores y colocarlas juntas era buena idea, pero se agradece el músculo de esta aunque no sea de las que más destaca en la faceta, eso si, el riff cojonudo. «The day when legion burned» acelera aún más el ritmo, invitando al headbanging. «As the silence becomes me» no me convence, medio tiempo al que le falta fuerza y feeling. «Take you with me» levanta el pulso, con ese sonido característico de guitarras, tema rápido y melodías de final de los noventa. Continúa el viaje con otro medio tiempo, «Desolation» bastante superior al que le precedía, porque han sido capaces de transmitir ese dramatismo necesario. «Found» pone punto final de forma más experimental a un disco que personalmente se me hace excesivamente largo. Tremonti ha sacado un buen disco sin arriesgar demasiado y que gracias al trabajo de guitarras me convence más que el de su compañero Kennedy. Aún así, no va a estar entre mis propuestas de este año.
0 comentarios