En 2008, José Sánchez Tortosa escribió «El profesor en la trinchera» (La esfera de los libros), un implacable ensayo sobre la educación actual, donde con tremenda erudición y un sutil sentido del humor explicaba la guerra en las aulas españolas, merced a la tiranía de los alumnos y la frustración de los profesores. Un libro a contracorriente y políticamente incorrecto que presentaba a Sánchez Tortosa como uno de los pensadores más importantes de su generación.

Tras múltiples colaboraciones en diversos medios («El mundo», «El catoblepas», «Libertad digital»…), dos libros de poemas, la edición de libros sobre Fernando Savater o Gabriel Albiac y la co-autoría de otro importante ensayo como «Para entender el holocausto» (Editorial Confluencias) sobre la mayor abyección del ser humano jamás realizada, nos llega su primera novela titulada «Los dados» ( Editorial La Araña). Una joya que, a buen seguro, acabará entre las mejores de este año y donde el filósofo y profesor se revela como un acertado narrador contando la pérdida de la inocencia de una generación (la suya) que creció a la sombra de la guerra y posguerra y que la «movida» solo la vivió como espectador («Demasiado tarde para la revolución, demasiado pronto para la libertad»). Unos personajes que se mueven en el Madrid de los años 80 antes de ver naufragar todos sus anhelos e ilusiones, como sucede con todas las generaciones. Unos seres que como el «maestro de ceremonias» que encarnaba Anton Walbrook en «La Ronda» de Max Ophüls viven más cómodos en la idea del pasado que en el temible presente y el incierto futuro, ya que el pasado es memoria, pudiéndose manipular a su antojo. Esa es la mirada que nos ofrece Sánchez Tortosa con unos protagonistas críticos y lúcidos pero que pagan la insolencia de su pensamiento libre con la inquina de los demás, gente que se defiende de su pueril «buenismo» defendiendo consignas, ideas o regímenes fanatizados con argumentos sentimentales y vacíos de contenido. La masa contra el individuo. Un aislamiento que acepta casi como Pessoa en el inicio de «Tabaquería»  («No soy de nadie. No soy nada. No quiero ser nada ni ser nadie») en esa derrota en que se ha convertido la vida de los nacidos en los setenta, donde algún extraño demiurgo prometió una «Tierra Prometida», unos objetivos que no se han cumplido… o ¿tal vez, sí?

Sánchez Tortosa nos ofrece un catálogo de reflexiones, lejos de los postulados habituales hasta llegar al fatídico atentado, el momento que todo cambió. Y ahí emerge la prosa del filósofo, sin necesidad de eternos monólogos interiores, experimentos narrativos ni académicas descripciones nos muestra, con cierta melancolía y pesimismo, el engaño a todo un grupo de personas, a todos esos nacidos a inicios y mediados de los setenta. Como escribió Barón Rojo a mediados de los ochenta en «Pobre Madrid»: «¿Donde está aquel Madrid que de niño conocí? ¿quien te convirtió, en el punto de mira del terror?

Brillante trabajo el realizado por Sánchez Tortosa. Una novela generacional sin ser una crónica, destilando sinceridad en cada una de sus 122 páginas para leer sin prisa, dejándonos llevar al universo del filósofo, del pensador, de aquel que sabe que está condenado al sabor del fracaso, a la única certeza de buscar el saber. Humanos. Demasiado humanos.

by: Jose Luis Diez

by: Jose Luis Diez

Cinéfilo y cinéfago, lector voraz, amante del rock y la ópera y ensayista y documentalista con escaso éxito que intenta exorcizar sus demonios interiores en su blog personal el curioso observador

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