Hay bandas tributo que cumplen, otras que imitan, y luego está Letz Zep, que no sólo replica a Led Zeppelin, sino que parecen invocar su espíritu en cada maldito acorde. Lo que ocurrió en la Sala López de Zaragoza no fue un simple concierto, sino una ceremonia sónica donde la electricidad de los riffs de Jimmy Page y la voz espectral de Robert Plant renacieron como si el tiempo no hubiera pasado. La Sala López fue el escenario perfecto para este aquelarre rockero. A pesar de lo desapacible del clima y de ser festivo en la capital del cierzo, durante 2 horas Zaragoza se convirtió en una máquina del tiempo que nos transportó a los 70.
Desde el primer golpe de batería y la primera nota de guitarra, quedó claro que no estábamos ante una banda tributo cualquiera. Los británicos Letz Zep no se conforman con calcar las canciones (que ya tendría su mérito): las sienten, las viven y las entregan con una autenticidad que pone la piel de gallina. La banda arrancó con un Communication breakdown que convirtió la López en un barco vikingo a punto de zarpar, con el público rugiendo como si estuviera invocando a los antiguos dioses del rock. ¿Cómo demonios consiguen sonar así de bien? Ni idea. El repertorio fue una sucesión de himnos inmortales: Black Dog, Ramble On, Kashmir, No quarter (alucinante cómo les quedó), Immigrant Song, Thank you, Whole lotta love, Danzed and Confused, Babe I’m gonna leave you… cada uno ejecutado con una precisión quirúrgica y el desenfreno necesarios para capturar la esencia del directo de los Zeppelin. Pero el punto álgido llegó con Stairway to Heaven, esa joya que disfrutamos de principio a fin como se disfruta de un buen licor, saboreando cada nota.
Billy Kulke estuvo espléndido al micrófono, Andy Gray estuvo intratable incluso con el arco y la Gibson SG de doble mástil, mientras el maestro Toby Sadler hizo lo propio al bajo y los teclados. La veteranía es un grado aunque debo destacar esa fuerza de la naturaleza que es el joven Jake Blackwell a las baquetas. Increíble la pegada que tiene este chaval de… 20 años!!! Por cierto, había bastante público joven y adolescente entre los asistentes. Quizás aún quede esperanza para el rock.
Letz Zep no son solamente la mejor banda tributo de Led Zeppelin, son, para los que nacimos demasiado tarde para ver a los originales, lo más cerca que estaremos de revivir el poder arrollador de una de las mejores bandas de la historia.
Thank you for a great review