Pasan los años y los Quireboys siguen en pie a semejanza de unos Stones de serie B. Cuidado, que nadie se confunda, lo de serie B es simplemente por el aforo no por la calidad, porque Spike ofrece lo que todos queremos escuchar, rock and roll y buen rollo. Se lo pasan igual de bien que el publico, comulgan a la perfección como viejos amantes que se acaban de reencontrar en un viejo hostal.
Una hora y media de hits con un solo parón en su ultimo disco White Trash Blues, del que ya publicamos la pertinente reseña en esta casa. Con un Spike lesionado, pero que no le merma un ápice de su energía y de esa voz quebrada por el tabaco y el alcohol. Empleadas del hogar,oficinistas,empleados de banca,etc… Todos somo iguales manos levantadas y entonando al unísono «Sex Party» Con un sonido mas que correcto y una sala bien llena.
Quireboys siempre eficaces elevaron la temperatura ambiente con maestría. Spike se mete el publico en el bolsillo con sus guiños y/ o ofreciendo latas de cervezas al publico de la primera fila. La sección rítmica ya no es la misma pero sigue siendo eficaz para que el resto de la banda puedan dejarse llevar.
Los Quireboys terminan su gira española victoriosos, dejando muchas sonrisas y alegrías en los rostros de la audiencia en una noche en la que Los Polisong, grupo gallego a los que no conocía ejercieron perfectamente de teloneros con un sonido musculoso y unas «twins guitars» digna de los mismísimos Wishbone Ash. Un grupo a tener en cuenta tanto por sus composiciones como por su prestación en directo.
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