Los Lobishome o Hombres Lobo no son criaturas legendarias sino que son corpóreas cuya ascendía es suiza y se nos aparecen bajo el amparo del nombre de WOLFWOLF todas aquellas noches en que alguno de sus artefactos sonoros lanzan sus aullidos por los altavoces del reproductor . Un nuevo compendio de las aventuras sonoras de estos Señores Lobo se ha editado bajo el nombre de THE CRYPTID ZOO y uno debe estar preparado para asumir que la faz de la tierra se vea regada con el trash rock and roll de esta pareja de seres
No engañan las apariencias de seres del inframundo que podrían la banda sonora en cualquier Barnum Circus de primeros del siglo pasado . Guitarras con sonido a lata , blues ponzoñoso lleno de sonidos trash, himnos folk con olor a posada de centroeuropa, voces enlatadas y vociferantes, ritmos cual golpes de jarras de cerveza en mesas de madera, y cánticos de ultratumba. Amalgama de sonidos que infunden una magnética atracción pese a la simpleza del sonido . Acordes de psychobilly en Leave This Town, Grave Digger o Creeps of The World; rodajas sucio y cochambroso r’n’b en Monster, o Back From The dead; canciones folk tabernario Linzer Walzer o Tuzemak, o primitivo garage trash The hunter from Hell o Questa Bella Ragazza. Música para fenómenos paranormales, sonidos de basura rock and roll de impacto inmediato con personalidad propia.
No se necesita la llegada de la luna llena para que el mordisco de Wolf Wolf te convierta en uno de los suyos basta con dejar sonar esa guitarra distorsionada y esos golpes primitivos con los parches machacando tu cerebro . Una propuesta para aquellos que tienen gusto por los fenómenos de perturbación sonora con bases en el primitivo origen del rock.
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