Esta mañana me he asomado al balcón y parece que va a llover, a ver si es verdad, porque está la cosa fastidiada con tan poca agua. Hace ya bastante tiempo durante una temporada tuvimos restricciones en el servicio del agua, y ya os digo que es jodido. Me he preparado un te bien caliente (el médico me dijo que tenía que comenzar a cuidarme, así que le concedo algo de tiempo a la primera cerveza del día) y mientras pongo en orden mis pensamientos, y trato de acordarme de aquello que no recuerdo y que estoy seguro de que cuando lo haga ya será tarde, me dirijo raudo a las estanterías donde se amontonan los cds, para pillar uno que me de marcha y fuerza, que solo estamos a martes, y queda aún para el fin de semana. Mira que el hard rock tiene grandes vocalistas, para ponerte a elegir y no ser capaz de llegar a un acuerdo con nadie, pero uno de mis favoritos es sin lugar a dudas John Corabi. A este tipo lo descubrí cuando cantó con una de mis bandas fetiches, Motley Crue, sustituyendo a Vince Neil, un tipo por el que siento odio y admiración a partes iguales, con lo que estaba bastante predispuesto a criticar a la más mínima a Corabi, pero no, me atrapó con aquel disco y lo subí a mi altar particular.

Así que subo el volumen (que se jodan los vecinos) y los altavoces comienzan a aullar con el comienzo de «Long way to go», la canción que abre «Make some noise«, el disco que el año pasaron lanzar The Dead Daisies, esa superbanda en la que para esta grabación, además de Corabi, en las guitarras está Doug Aldrich (otro tío al que adoro) sustituyendo a Richard Fortus junto al fundador de la banda, David Lowy, Marco Mendoza al bajo, Dizzy Reed a los teclados y Brian Tichy a la batería, ahí queda eso. Puro hard rock… ¡hostias! ¡Me acabo de dar cuenta que se me olvidó hablar y reseñar este disco el año pasado, maldita sea!, pues nada, manos a la obra, que nunca es tarde si el bar está abierto, no, espera, si la dicha es buena. El disco se abre a toda mecha con «Long way to go», puro hard rock hermanos, sin tonterías ni historias raras, aquí todos van a una como un puto reloj suizo. «We all fall down» posee ese ritmo marcado que se te mete hasta las entrañas, con un Corabi simplemente brutal.

«Song and a prayer» nos pone en bandeja un estribillo al alcance de muy poca gente y esas guitarras que te ponen a cien.  «Mainline» suena potente, acelerada, como un puñetazo que no ves venir, regustillo punk revestido de hard rock. Que pasada la canción que da nombre al disco, que me recuerda al «Pour some sugar on me» de Def Leppard pero con mucho más huevos. Esto es como una puta manada de caballos descontrolados que ahora se atreven con una potentísima versión de «Fortunate son» y ¡madre mía, no puedo dejar de saltar y cantar!. Bajan un poco el pie del acelerador para deleitarnos con la chulesca «Last time I saw the sun», heredera de los Aerosmith más grandiosos. Amigos, yo ya voy cuesta abajo sin frenos, y «Mine all mine» me empuja más al precipicio, ¡como suenan estos tíos!. Ojo a las guitarras de «How does it feels», es complicado nombrar al alguien por encima del resto, porque toda la banda suena como una bestia preparada para atacar. Vamos, dejate llevar por ese ritmo que desprende «Freedom», aquí no hay descansos colegas.

«All the same» y «Join together» ponen el final a un disco abrasador, una puta joya del hard rock capaz de levantar a un muerto. The Dead Daisies son esa patada en los cojones para aquellos que aún se atreven a aventurar que en la actualidad no se lanzan discos excitantes. Deuda cumplida, quedo en paz conmigo mismo, me reprimo las ganas de abrir una puta cerveza mientras pienso lo lentas que corren las agujas del reloj y vuelvo a pulsar el play.

THE DEAD DAISIES – Make some noise

by: Carlos tizon

by: Carlos tizon

Licenciado en el arte de apoyar el codo en la barra de bar. Comencé la carrera de la vida y me perdí por el camino, dándome de bruces con el rock and roll. Como no pude ser una rock star, ahora desnudo mi alma cual decadente stripper de medio pelo en mi blog, Motel Bourbon.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas entradas

Últimos comentarios

Te puede interesar

Opera Magna – Heroica

Opera Magna – Heroica

Me fascina de manera similar, como lo que casi antes de ayer alcanzaba la primera plana hoy ocupa un segundo lugar en el opaca estancia de la actualidad musical, a la vez que las décadas van pasando página dejando como índice los retazos de aquellos sonidos que...

Max Richter- In a landscape

Max Richter- In a landscape

Max Richter es uno de los grandes genios contemporáneos dentro de la música clásica. Éste “In a landscape” es su noveno álbum. Disco lleno de matices pero que entronca en intenciones a aquel fabuloso “The blue notebooks” de hace ahora veinte años. Una comparación no...

Brant Bjork Trio – Once Upon A Time In The Desert

Brant Bjork Trio – Once Upon A Time In The Desert

Cerramos trilogía de ilustres del Desierto con el último disco del prolífico workaholic BRANT BJORK. En el anterior post lo teníamos liderando en directo a su otro proyecto, Stöner, dando una lección de maneras y feeling encima de las tablas, pero hoy vuelve a la...

Stöner – Hitting the Bitching Swift

Stöner – Hitting the Bitching Swift

Después del comeback de Hermano hace algunas semanas, continuamos con esta tríada especialísima de discos Stoner que os propongo planteando a la realeza del movimiento. Turno para otros dos capos absolutos del desierto de Palm Desert y el Sky Valley, turno para...

John Serrano – Rise

John Serrano – Rise

En esta revista, estamos siempre muy atentos a lo que saca este versátil músico andaluz conocido en la escena indie, y que participa en los diversos proyectos que le proponen, siendo el más reciente el disco que reseñé en septiembre, “Providence”, de SomeWhereOut,...