Les ha costado salir de su retiro en 2010 a este cuarteto de cafres de Ashville, North Carolina. La excesividad de sus giras, el abuso indiscriminado de sustancias espirituosas (y otras más dañinas incluso) además de su poca repercusión en ventas y seguimiento hicieron necesario un parón para desintoxicarse de los malos hábitos y tomar perspectiva y nuevas motivaciones.
Estos cabrones nunca morirán y por mucho que tengan sus hígados a punto de explotar y su capacidad de aguante al límite siempre sabes que van a volver a levantarse para seguir pateando culos allá donde se les requiera para semejante cometido.
Y así ha sido, Feed The Beast (2017) es su primer aviso en formato E.P., su primera advertencia de que han vuelto para quedarse y demostrar que todavía tienen las suficientes pelotas y mala hostia como tenían en aquel King Of Sleazy de 2004…
Quiérelo todo como ellos lo quieren…
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La banda sleazy sureña por excelencia formada por cuatro peligrosos elementos como los ‘brainchild’ Scotty P. (vocals, guitar) y Billy Velvet (bass), el impresionante guitarrista Rory Kelly que vuelve al rock’n’roll más descarnado y callejero después de sus aventuras más bluesy y southern junto con su padre y el hiper-tatuado Mike Irwin proveniente del mundillo hardcore se han puesto en forma para volver a la vida al híbrido perfecto entre Faster Pussycat y Motörhead, para volver a la vida a los Crank County Daredevils.
El pasado mayo de 2016 lanzaron su primer aviso con su aplastante single Kicked In The Teeth y me quedé con la miel en los labios comprobando que todo estaba en su sitio y que el caos sónico y el sonido guarrísimo de la banda seguía intacto. Llega ahora por fin Feed The Beast (2017), un E.P. con cinco temas completamente nuevos y una revisión con mejor sonido de «Speed Kills (But It’s Playing The Bills)», su clásico de mi disco favorito de los CCD, Livin’ In The Red (2006). ¿Y qué me encuentro?, exactamente lo que me esperaba, evolución ‘0’, mismo sonido kamikaze y peligroso de hace una década y una actitud y unas pelotas más grandes que todo el Mississipi entero. Su death sleazy sigue en muy buena forma con sobredosis sónicas y machaconas como «Feed The Beast» o «Broke and Shitty (In Detroit City)» o detalles hasta ‘clásicos’ en «Heads Are Gonna Roll». En conclusión que han vuelto quizás menos espídicos pero sí más tatuados y con más mala hostia que nunca.
Aquí su ‘preview’ del nuevo videoclip que nos viene…
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Y aquí la ‘patada en los dientes CHECK IT DOWN!!!…
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