Aprovechando el estreno en los cines del “Sitges Tour”, estamos pudiendo disfrutar de algunos de los largometrajes que triunfaron en la última edición del célebre festival barcelonés, como han sido las interesantes “Train to Busan” o “La autopsia de Jane Doe” (que ya reseñamos en su momento). Una forma estupenda de comprobar el buen momento por el que pasa el cine de terror actual.
“Somnia. Dentro de tus sueños”, título español de “Before i wake”, algo así como antes de despertar o antes de que despierte (que me corrija Ángel Ferrer, que es el traductor oficial de este medio y su sección de discos traducidos es imprescindible. No es corporativismo. Lo aseguro), es otro intento de mezclar la realidad y la fantasía, el sueño y la vigilia de la que hablaba Descartes, ese momento en que no diferenciamos que es real y que pesadilla. Todos hemos vivido algún momento así y el cine desde siempre lo ha usado como recurso para potenciar alguna secuencia o como elemento principal del filme; el claro ejemplo es el “Pesadilla en Elm Street” de Wes Craven y todas sus secuelas, como cine de terror, aunque esa fase onírica donde es difícil separar la vida de la muerte, lo real y lo imaginado también lo hemos visto en otros géneros como el “Más allá de la vida” de Vincent Ward o el “Olvídate de mí” de Michel Gondry. Un campo abonado para cualquier guionista que se precie, como es el caso de Mike Flanagan junto a Jeff Howard, auténticos especialistas del susto y que hace años escribieron “Oculus: el espejo del mal”, con la que obtuvieron la repercusión suficiente para comenzar una carrera en el horror moderno. En el 2016, no solo han estrenado esta que nos ocupa, hay que sumar la taquillera “Ouija: el origen del mal”, continuación de “Ouija”, sorpresa de bajo presupuesto que reventó la recaudación y que esta precuela superaba, con creces, su méritos artísticos y que el “tándem” Flanagan- Howard llevaban “a buen puerto”, siempre con Mike Flanagan a la realización y edición.
Un director que tiene muy claro sus claves. Madres solteras, niños con poderes y espíritus del más allá pero que intenta dotar a sus obras de un toque personal, onírico y extraño, mezclando géneros, no solo el miedo más primario. En este “Somnia” (curioso título en España, que llega por una línea de diálogo de la cinta) mezcla thriller, terror y melodrama, muy en la onda de J. A. Bayona y su “El orfanato” o esa gran sorpresa que resultó la australiana “Babadook”, sobre una madre coraje brechtiana defendiendo a su retoño con todas sus terribles consecuencias. La historia gira en torno a un pequeño que llega adoptado a una casa donde sus progenitores han perdido a su único hijo en un absurdo accidente doméstico. El niño llega rebotado de otros hogares de acogida donde han sucedido siniestros sucesos por la capacidad de volver real lo que sueña. Los inicios serán buenos al traer de vuelta al hijo fallecido y los padres utilizarán al menor como proyector de sus recuerdos. Lo que no saben es que en sus pesadillas traerá consigo a un horrible monstruo llamado “Cankerman” que devora a las personas. Buen argumento. Una idea central maravillosa que sin embargo se pierde dentro de su propia historia y que como sucedía en “Nunca apagues la luz” (también reseñada en su momento) queda mejor en “corto” que en “largo”, a pesar de los esfuerzos de Flanagan por dotar de entidad a su creación, acaba por utilizar los más pueriles sustos en más de una secuencia (criaturas bajo la cama, por ejemplo), aunque hay que reconocer, y agradecer, que el Canker no se esconde nunca y ataca como lo haría cualquier ser del inframundo y con clara ventaja; de frente y sin necesidad de esconderse, como sucedía en la maravillosa película coreana “The host” de Bong Joon- Ho.
Técnicamente bien resuelta y con unos actores que cumplen, comenzando por el niño Jacob Tremblay, que saltó a la fama el pasado año con “La habitación” y el matrimonio protagonista encarnado por la Lois Lane de “Superman returns”, una Kate Bosworth cuya carrera parece estancada y que en su filmografía tiene el bochornoso honor de haber participado en el innecesario “remake” de “Perros de paja” y un Thomas Jane que le sucede igual que a su compañera y que a pesar de sus tres nominaciones al Globo de Oro por “Hung” o protagonizar la fantástica “La niebla” de Frank Darabont, no termina de despegar. Lo mismo que le sucede a “Somnia”. Un entretenimiento que no termina de despegar.
Buena reseña José Luis, como siempre. Gracias por tu comentario, te he dejado la respuesta por facebook.
Y como diría tu profe, » a lo mío que es lo de todos».