Rapasamos la discografía de The Cure

Nunca es mal momento para repasar la discografía de The Cure, uno de los grupos más influyentes de las últimas 4 décadas. Liderados siempre por el singular Robert Smith, The Cure han sabido alternar independencia con comercialidad, convirtiéndose en una banda de culto aunque de éxito masivo. Vamos a repasar los momentos más destacados de su dilatada carrera (la cosa no ha sido fácil, pero creo que me ha quedado bastante correcta):

Three imaginary boys (1979)

1976, cuatro compañeros de instituto de la ciudad de Crawley (a 45 km de Londres) forman The easy cure. La formación original son Robert Smith (guitarra), Porl Thompson (también a la guitarra), Michael Dempsey (bajo) y Laurence Tolhurst (batería). Tres años después se han convertido en trío (Thompson ha abandonado el barco aunque volvería unos años después) y han acortado el nombre a The Cure. Su demo en cinta de cassette ha ido dando tumbos por todas las compañías discográficas sin éxito alguno. Finalmente, The Cure fichan por Fiction records, una sucursal de Polydor propiedad del productor Chris Parry. Parry ya había lanzado a The jam y Siouxie & the Banshees y produce el primer disco de The Cure, Three imaginary boys. El disco se graba en tres noches ya que el estudio de día era usado por The Jam. Robert Smith siempre se ha quejado de que no tuvo el control sobre el disco, son sus canciones y su voz pero Parry no le consultó ni el sonido final, ni el listado de canciones incluidas ni el arte del LP. Three imaginary boys peca de ingenuidad, algo lógico ya que la mayoría de las canciones habían sido compuestas por Robert Smith cuando contaba entre 16 y 18 años, pero ya apunta maneras como perfecto constructor de canciones. Hay algún tema más oscuro que puede presagiar lo que vendrá después como 10:15 saturday night, Subway song o Accuracy, pero, en general, son temas inmediatos que destilan juventud y actitud punk como Fire in Cairo. Al año siguiente, Fiction relanzó en América el disco junto con algunos singles tempranos bajo el nombre de Boys Don’t Cry. También se incluye el tema Killing an arab (inspirado por la novela El extranjero de Albert Camus) que les costaría años después una estúpida demanda y posterior juicio por incitar a la xenofobia. El single Boys Don’t Cry fue reeditado en 1986, cuando ya eran todo un fenómeno de masas, y se publicó este vídeo en el que juegan con el contraste entre su imagen de la época (en sombra) y la de 1979 (los niños).

Seventeen seconds (1980) 

The Cure salen de gira acompañando a Siouxie and The banshees. Smith toca en ambas bandas cuando el guitarrista de los Banshees cae enfermo. Para grabar su segundo disco el bajista Michael Dempsey abandona el barco y entra Simon Gallup, quien definirá el sonido Cure. El teclista Matthieu Hartley participa en la grabación ya que los sintetizadores estaban en pleno auge. Para la grabación de su segundo LP alquilaron el estudio por 10 días pero sólo usaron 8, el dinero sobrante lo gastaron en cervezas. Ya en su Segundo LP Smith deja ver su lado más melancólico y triste. Seventeen seconds es un disco de atmósfera opresiva que les encuadra en la onda gótica junto a Bauhaus y Joy division. Ese sonido denso se puede casi tocar en temas como Play for today o In your house. A forest es una de las canciones clave de The Cure y probablemente el tema que más veces han tocado en directo. La prensa musical de la época les adora aunque indica que The Cure tienen un problema con su falta de imagen.

Faith (1981)

Smith profundiza en los ambientes depresivos,  Faith gira sobre las ideas de muerte, soledad y drogas. El fallecimiento de familiares cercanos a los miembros del grupo deja huella y las giras les alejan de sus amistades de antaño. Smith se siente solo a pesar de estar haciendo lo que siempre quiso. Las drogas y el alcohol les aíslan aún más del mundo exterior. Other voices o Primary son magníficos ejemplos del denso sonido de The Cure en esa época. El bajo de Simon Gallup toma protagonismo y se convierte en parte fundamental de la sónica Cure tanto o más que la voz de Robert Smith. Faith es un disco triste y denso, nada recomendable para salir de una depresión.

Charlotte sometimes (single, 1981)

 Basada en un cuento de la escritora Penelope Farmer, Charlotte sometimes es una de las canciones más enigmáticas y hermosas de The Cure. Lanzada como single independiente, no fue incluida en ningún álbum de estudio, pero sí se incluyó la versión en vivo hasta la edición del disco en directo Concert de 1984. Otros 2 temas de The Cure aluden a narraciones de Farmer: Splintered in Her Head y The empty world. Tras el suicidio de Ian Curtis (Joy division), la prensa británica especuló que Robert Smith podría ser el siguiente cantante en suicidarse. Por esta época Smith empieza a maquillarse y cardarse el pelo, la falta de imagen ya no será un problema para el grupo. Pelos cardados, colegialas y mansiones victorianas vacías aparecen en un vídeo memorable que definió su posterior imagen. La foto del single fue tomada por la entonces novia de Robert Smith y posterior esposa. La misma foto sin retocar sirvió también para portada del single Pictures of you ocho años después.

Pornography (1982)

Pornography empieza con la frase” No importa si todos morimos”, a partir de ahí ya os podéis hacer idea de qué va el disco. Smith vuelve a vivir a casa de sus padres y bajo la influencia de las anfetaminas compone el primer gran disco de su carrera. A pesar de ser muy joven y hacer lo que le gusta, la vida no parece complacerle. Algunas de las canciones se graban en los sucios baños de los estudios en busca de esa sensación de hastío. Temas como 100 years, A strange day o Siamese twins siguen estando entre los favoritos de los seguidores del grupo. Pornography es otro disco de pop gótico tan depresivo y oscuro como hermoso.

Japanese whispers (1983)

Se acabó la oscuridad. Smith se recupera de los excesos estando en cama durante una semana, tiempo en el que decide convertirse en una estrella del pop. El bajista Simon Gallup deserta del grupo tras una pelea en un bar con Smith, quien se queda únicamente con la compañía de Tolhurst. Juntos elaboran tres singles que rompen con la temática oscura y depresiva de sus anteriores trabajos. Influidos por la música de baile imperante a principios de los 80, pensemos en el enorme éxito del Blue Monday de New order, The Cure giran hacia el pop más bailable con The Walk, Let’s go to bed y The lovecats. Parece que las temáticas más optimistas y los sonidos menos densos no gustaron a muchos de sus fans.  Estos tres singles y sus caras B se aglutinaron en el LP Japanese whispers. Aunque Smith nunca consideró Japanese Wishpers como un LP sino un mero trabajo recopilatorio, debo destacar Lament y Just one kiss, simplemente maravillosa esta última.

The Top (1984)

Smith aparca The Cure por un tiempo y se libera de la responsabilidad de ser el líder. Se va gira con Siouxie & the Banshees como guitarrista y crea el proyecto The Glove con Steve Severin (bajista de los Banshees) del cual editan un único LP, el psicodélico Blue sunshine (1983). Smith no parece ya interesado en The Cure, no tiene banda y anda inmerso en una terrible crisis creativa. Sin embargo, se las apaña para componer y grabar casi en solitario The Top. The Top es otro disco de transición entre lo gótico y el pop y fue considerado por muchos (incluso el propio Robert Smith) el disco menos bueno de The Cure. Sin embargo es el inicio de la colaboración con el productor Dave M. Allen, fundamental en hacer más accesible el sonido del grupo y artífice de sus mejores momentos. El sonido combina las atmósferas cargadas clásicas del grupo con los recientes escarceos de pop surrealista. El resultado es un disco irregular que no contentó ni a la crítica ni a los fans pero que incluye auténticas gemas de pop mutante como The Caterpillar y Bird mad girl. Por otro lado The empty world o Shake dog shake podrían haber formado parte de cualquiera de sus discos anteriores.

The head on the door (1985)

Smith decide finalmente centrarse en The Cure aparcando definitivamente otros proyectos y colaboraciones. The Cure será ahora su prioridad. Reunifica la banda convirtiéndola en quinteto. Simon Gallup y Porl Thompson vuelven a la banda a la vez que se incorpora Boris Williams a la batería. Laurence Tolhurst es relegado a los teclados. La calidad de las nuevas incorporaciones y la acertada producción de Allen permiten al grupo acceder a sonidos que antes nunca hubiera logrado. Hay buen rollo dentro del seno de la banda y eso se nota en la fluidez y frescura del disco. The head on the door es un disco de pop perfecto y ecléctico que se convierte merecidamente en un gran éxito internacional. El tema The blood evidencia la versatilidad de The Cure, aire de la península ibérica para un tema inspirado por una bebida portuguesa. Push es una gozada de sorprendente sonido y A night like this no pierde su lado más romántico. Los vídeos de Tim Pope para Close to me o Inbetween days contribuyeron decisivamente al éxito internacional del grupo. The head on the door es uno de los mejores ejemplos del buen pop británico de los años 80. Por cierto, la singular imagen de la portada es una fotografía de la hermana de Smith tras varios procesos de manipulación de la imagen.

Kiss me, kiss me, kiss me. (1987)

El grupo se va a Francia a grabar el nuevo disco, hay buen rollo y las cosas funcionan. Otro ejemplo de excelente pop de los años ochenta. Smith se embarca en el ecléctico y doble Lp Kiss me, kiss me, kiss me. La diversidad de estilos hace que este largo LP pierda algo de coherencia y sea más disfrutable en pequeñas dosis que como un todo. En este disco doble cabe casi de todo, se incluyen perfectos temas pop (Just like heaven , Catch, How beautiful you are), momentos rockeros (The kiss, Fight) y otros experimentos varios que confirman la vertiente más arriesgada de The Cure. Los desvaríos comerciales de Hot, Hot, Hot! y Why can’t I be you fueron singles de éxito que catapultaron aún más la fama de The Cure aunque yo personalmente los detesto. Las giras son cada vez más extensas y multitudinarias. Laurence Tolhurst empieza a tener dificultades debido a sus adicciones siendo sustituido en el escenario por Roger O’Donell de The Psychedelic furs. A pesar de su imagen y sus singulares canciones, Kiss me, kiss me, kiss me fue todo un éxito comercial que confirmó a The Cure como ídolos de masas.

Disintegration (1989)

Robert Smith recibe el encargo de escribir música para bandas sonoras como Eduardo Manostijeras (cuya imagen está claramente inspirada en Smith). Al final esos proyectos no vieron la luz pero Smith crea largos desarrollos instrumentales para sus canciones. Smith está a punto de cumplir los 30 años y se siente frustrado al pensar que todavía no ha escrito su gran obra maestra. Aislado del resto del grupo, compone y graba sus partes en solitario. Un sentimiento de soledad se apodera de él mientras siente que todo se desintegra a su alrededor: su personalidad, su juventud, su matrimonio, su grupo, etc. Smith habla sin tapujos de sus adicciones y sus insatisfactorios devaneos con los placeres de ser una rock star. A los de Polydor casi les da un ataque cuando escucharon el disco y sopesaron no lanzarlo pensando que era un suicidio comercial, se equivocaban. Considerado por muchos el mejor disco de The Cure e incluso uno de los mejores de la historia, Disintegration fue un gran éxito gracias a Lullaby (que no iba a ser inicialmente incluida en el disco) y el genial vídeo de Tim Pope. Tras la grabación del disco, Laurence Tolhurst  deja del grupo por el ostracismo al que había sido sometido debido a sus adicciones, aparece acreditado como otros instrumentos. Disintegration incluye maravillas como Pictures of you, Lovesong, Fascination street, Prayers foir rain o The same deep water as you. Una joya.

Never enough (single, 1990)

Smith había declarado con Disintegration su intención de acabar con el grupo. Fiction planea la edición de un disco de remezclas (Mixed up, 1990) para aprovechar el enorme tirón comercial del grupo. Sin embargo, algunas de las pistas originales se han perdido y The Cure vuelven a grabar algunos temas. La química en el estudio vuelve a funcionar y Smith decide continuar con el grupo. De una improvisación durante esas sesiones surge Never enough, este duro tema que casi presagia lo que sería solamente un año después la eclosión del grunge. Never enough es el primer single de The Cure sin Laurence Tolhurst en sus filas, de ahí que no haya teclados, por lo que Robert Smith pasa a ser el único miembro fundador que aguanta en el grupo. Never enough y la remezcla de Close to me son lo mejor de Mixed up y se benefician de los impactantes vídeos de Tim Pope.

Wish (1992)

Se inicia la época de un disco cada cuatro años. Smith se ha convertido en una estrella de éxito masivo y este hecho le deprime. Su imagen le persigue y empieza a odiar todo lo relativo al mundillo musical. Para Wish elabora un sonido más crudo que en Disintegration. Se abandonan el pop y los sintetizadores en favor de sonidos más ruidosos y guitarras distorsionadas. Smith habla de sus excesos y del agobio del éxito en temas como Open, Cut o End. High y A letter to Elise fueron buenos singles pero yo me quedo con la opresiva y agobiante From the edge of the deep green sea, una de sus mejores canciones y que suele sonar en casi todos sus directos. Como reclamo comercial, se incluye la alegre Friday, I’m in love que desentona bastante con el tono amargo del disco. Wish cierra la etapa dorada de The Cure y, quizás no sea casualidad, es el último Lp en el que participa Dave M. Allen como productor. Tanto en Wish como en los dos directos que se publicaron posteriormente (Show y Paris) el nombre del grupo aparece solamente como Cure, sin el artículo The, hecho que se debe a la demanda judicial presentada por Tolhurst sobre derechos de autor y el nombre del grupo. Tolhurst perdió el litigio y el grupo volvió a poner The Cure en el malogrado Wild mood swings. Tras la gira de Wish, Robert Smith anunció el final de la banda, quizás él mismo supiera mejor que nadie que su carrera ya únicamente podría ir hacia abajo.

Wild mood swings (1996)

Tras un par de decepcionantes canciones para las bandas sonoras de The Crow (Burn) y Juez Dredd (Dredd song), nadie sabía cómo iba a sonar el siguiente movimiento de The Cure. La esposa de Smith le pide hacer un disco de jazz que acaba siendo algo muy distinto. Smith declaró posteriormente que por esta época volvió a tomar drogas alucinógenas y que su casa estaba siempre llena de gente que le decía cómo debía sonar el nuevo disco. A todo ello hay que sumarle las deserciones de Boris Williams y Porl Thompson.  Smith reconoce que mientras grababa el disco no sabía cómo se llamaba el batería ya que tenía uno diferente cada semana. Finalmente, Jason Cooper fue elegido como batería y Roger O’Donnell se integró definitivamente como teclista. Smith concibió Wild mood swings para sonar en las radio formulas. Craso error. Wild mood swings fue un retorno frustrado a la comercialidad de The head on the door o Kiss me, Kiss me, Kiss me. Hasta entonces, cada disco de The Cure había vendido más que el anterior, sin embargo, esa tendencia se rompió con Wild mood swings: la crítica lo vapuleó y el público lo ignoró debido a que el brit pop estaba en plena efervescencia. Para más inri, la cosa no funcionó comercialmente debido a una desastrosa elección de singles. Elegir The 13th, con esos aires mariachis, como el single adelanto fue un total error que levantó ampollas entre los fans y no enganchó a una nueva audiencia. Por suerte, creo que no la tocaron nunca en directo. Parece como si hubieran elegido como singles las cuatro peores canciones del disco. Ni Mint Car (un pastiche de los Cure más pop), ni Strange attraction, ni Gone! se pueden comparar con nada de lo que The Cure habían lanzado como single anteriormente. El talento de Smith parece haberse diluido así como su buen juicio y el de la compañía. Tampoco ayudó demasiado la impersonal producción de Steve Lyon (Depeche mode, Recoil). Las composiciones no están a la altura y el tiempo de The Cure en las listas de éxito parece haber pasado. El Grunge y el Brit pop dominaron los noventa y The Cure parecen cosa del pasado. Aun así, el disco incluye buenos temas como Want, This is a lie o Jupiter crash aunque yo prefiero caras B como It used to be me. Cuando un grupo relega sus mejores canciones a las caras B es que está perdiendo el norte.

Wrong number (single,1997)

En 1997, dadas las escasas ventas de Wild mood swings se publica el recopilatorio Galore con los singles del grupo de 1987 a 1997. La única novedad era Wrong number, un tema de The Cure que recuerda al sonido del LP Earthling de David Bowie. Todo tiene su explicación. En 1997 David Bowie celebró su 50 cumpleaños con un concierto en Nueva York en el que participaron la flor y la nata del rock internacional. Ahí estuvo Robert Smith, quien cantó con Bowie The last thing you should do y el clásico Quicksands. Smith quedó tan prendado del peculiar sonido de la guitarra de Reeves Gabrels, guitarrista de Bowie desde la época de Tin Machine, que le pide que colabore en un tema. A pesar de que en el vídeo de Wrong number aparece el resto del grupo, Gabrels y Smith grabaron solos el tema bajo la producción de Mark Plati, productor de Earthling de Bowie. Tal es la sintonía entre SMith y GAbrels que con Jason COoper formaron el proyecto COGASM que únicamente lanzó una canción para el film Orgazmo. Gabrels acabó entrando a formar parte de The Cure 15 años más tarde.

Bloodflowers (2000)

Tras el fiasco de Wild mood wings, a The Cure le queda un disco más del contrato con Fiction records. El disco está listo para ser publicado en 1999 pero la compañía lo retrasa incomprensiblemente un año, hecho que enfurece a Smith y le lleva a negarse a rodar vídeos y a la publicación de singles. En Bloodflowers Smith vuelve a las texturas densas y sonidos melancólicos que son lo que mejor le salen. Para las labores de producción se elige a Paul Corkett (Placebo) que ya había trabajado como ingeniero en Wild mood swings. Las letras hablan de hartazgo y desamor en lo que es quizás su último disco notable. Según Smith, Bloodflowers cierra la trilogía oscura que empezó con Pornography y siguió con Disintegration. Es un disco intenso y emotivo que se olvida del pop comercial.  Bloodflowers nos hizo pensar que todavía The Cure tenían algo que decir en el siglo XXI. Mi canción favorita es The last day of summer, puro sonido The Cure, recomendables son también excelentes piezas como Out of this world, 39 o Bloodflowers. Robert Smith vuelve a repetir en todas las entrevistas que éste será su último disco con The Cure.

The Cure (2004)

Pero Smith mentía una vez más y con este disco casi empezamos a arrepentirnos de que no cumpliera su palabra. El productor de nu metal Ross Robinson (Korn, Slipknot) y gran fan de The Cure insiste a Robert Smith para que vuelva a grabar un disco de The Cure que él produciría para su sello I AM, sucursal de Geffen. Smith firma con Geffen records para 3 discos. The Cure sigue sonando a The Cure pero con un toque más duro en un disco grabado en directo en el estudio y que no aporta nada nuevo al muestrario del grupo. El sonido del LP, llamado simplemente The Cure, es áspero y pesado debido a la labor de producción de Robinson, pero queda muy lejos de Wish. La verdad es que la chispa se ha perdido y las canciones suenan a reiteración de esquemas cuando no a falta de inspiración. Smith lo intenta pero sus canciones carecen de la genialidad de antaño. Lo mejor del disco fue el single adelanto The end of the world y Before three. Todo lo demás es terrible. The Cure es el disco que The Cure nunca debió haber grabado. Incluso Robert Smith admite que es su peor disco. La horrible portada es un dibujo de los sobrinos de Smith. Sin comentarios.

4:13 Dream (2008)

Otros cuatro años de espera y otra portada terrible para un nuevo disco que, simplemente, no está a la altura. Pensado como un disco doble, los múltiples retrasos acaban por minar la paciencia de Smith, quien accede finalmente a lanzarlo como disco sencillo en contra de su voluntad inicial. Producido por Keith Udin, el disco mejora algo respecto a su antecesor pero no aporta nada interesante al cancionero del grupo. El sonido se queda en un punto medio entre Disintegration y Wish pero sin la misma pegada. Se echan mucho en falta los teclados de Roger O’Donnell. Hay buenas canciones como Underneath the stars (que parece un descarte de Disintegration), The only one o The hungry ghost (que recuerdan irremediablemente a Wish), pero todo lo demás nos lo podríamos haber ahorrado. Años más tarde y rescindido el contrato con Geffen, Smith parecía interesado en publicar las canciones que no vieron en su día la luz bajo el título de 4:14 Scream. Finalmente, el proyecto parece descartado y quizás nunca oigamos esas canciones.

A día de hoy, parece difícil que The Cure nos vuelvan a sorprender en un futuro, aunque todo es posible hablando de Robert Smith. Al menos, sus conciertos siguen siendo toda una experiencia de 3 horas en las que repasan parte de la mejor música de las cuatro últimas décadas.

Fotografía de cabecera de Arturo Hernández Santodomingo©All rights reserved, reproducida bajo permiso.