Estamos muy 90’s en Rock, The Best Music y lo vamos a seguir estando en los próximos días. Le toca el turno a otra de las bandas más especiales para quien suscribe, salida de la retaguardía del ‘mainstream’ rockero 90’s, la banda de Page Hamilton, Helmet.
Siempre he sentido una atracción fatal hacia el muro de guitarras y distorsión tan particular y reconocible que el neoyorkino tiene como ‘trademark’, discos como Meantime (1992), Betty (1994) o Aftertaste (1997) los tengo en un absoluto pedestal como muchas bandas han sentido como suyos dejando palpable su influencia en atmósferas y riffs. Pero nuestro protagonista, junto con aquella mágica formación con John Stanier (drums), Henry Bodgan (bass), Peter Mengede/Rob Echeverria (guitars) y el propio Hamilton, llegaron a una crisis insostenible, me imagino que principalmente motivada por el poco reconocimiento y ventas que tuvieron a finales de la década que los vio nacer. En 1998 se separan.
Envuélvete de densidad y ‘Ama a tu Guru’…
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2004 marca el principio del ‘comeback’ de Helmet con Size Matters pero, quizás envuelto en la vorágine escandinava de high energy y action rock nunca presté demasiada atención y escuchas a los tres discos de esta nueva etapa (Monochrome (2016) es el que más me gustó), me resultaban muy lineales, con pocas sorpresas, muy ‘soy Page Hamilton, tengo una marca que explotar y un público fiel y me importa tres pimientos evolucionar la fórmula’. Hasta que, tras seis años desde Seeying Eye Dog (2010), Dead To The World (2016) ha venido para cambiar las cosas y volver a amarlos como antaño.
El sonido tan personal de la banda de New York continúa ahí, la muralla sónica impenetrable, los riffs cortantes y minimalistas, los acordes disonantes, la distorsión post-hardcore en los ‘solos’ y esa voz de Page a medio camino entre la melodía más ‘Fab Four’ y la agresividad hardcore, ahí están los muy bien planteados «Life Or Death», «I Love My Guru», el truculento y cortante «Red Scare», el amenazador minimalismo de «Die Alone» y la calma tensa de «Dead To The World» con buenos arreglos de cuerdas.
Pero lo que hace a este disco tan especial y el mejor desde la trilogía intocable 90’s, es la inclusión de melodías y armonías muy conseguidas que refrescan y acercan una propuesta tan poco asimilable para oídos inexpertos. Así, con estas intenciones de acercar Helmet al pueblo llano, nacen el ‘beatleniano’ «Bad News», el cadencioso aunque delicado «Look Alive» con un trabajo vocal de Hamilton sorprendente en su tratamiento armónico, además de ‘colar’ una versión del «Green Shirt», de Elvis Costello que funciona entre medias de toda la maraña distorsionada y es, en mi opinión, lo más cerca que nuestro protagonista a estado del Pop y la música comercial.
En conclusión, un paso decidido y firme a llevar el sonido Helmet a otros niveles más asequibles y asimilables, más comerciales y melódicos si se quiere, sin perder ni un ápice de la materia prima que los hizo intocables y legendarios.
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