Después de un par de escuchas, que me ha sorprendido y mucho, este «Hologram». A ver, tal como está el patio, que de cada rincón salen bandas que no tienen nada que envidiar, venir desde los States, no es ya garantía de nada, cuando en cualquier punto del globo, muchos han adoptado la herencia del sonido americano como propio, igual o mejor que más de un oriundo. Pero Stonerider, que a pesar de sus nueve años de música y carretera, para mi unos auténticos desconocidos, hasta ahora, claro. Si algo destaca en este disco, es la querencia que tienen estos tipos por las melodías vocales, muy trabajadas, y que se tornan de fundamental importancia en un disco tranquilo que huye de estridencias no necesarias, como se hace patente en las dos primeras canciones del disco, «Sleepwalking awake» y «Hologram», esta con unas guitarras muy buenas. Pero también saben sacar músculo en «Dayrunner», donde esa base rockera y la fuerza de las guitarras, se funde con la preponderancia de los teclados y de nuevo, las grandes dosis melódicas de las voces, que buscan sonidos propios del rock de los 60.
Ritmos funk se dejan ver en «War, traffic and blind faith», y entra a la primera, con suavidad e intensidad. El rock a los 70, lo encontramos claro en «Elevator operator», un medio tiempo en el que las lineas de voz junto a unas guitarras de potencia controlada, te guian. «Your chains» es una maravilla, con esos teclados, la guitarra de Mathew Tanner que es un tipo al que seguir muy de cerca, porque toca con un gusto excelente, basado en esos guitarristas que consiguen que cada nota haga la guitarra cantar. Lo dicho, me encanta esta canción. Cierto aire Santana en «Undertow», con un bajo marcando distancias. Cierran con «The great divide», que pone final a un buen disco, lleno de grandes y cuidadas melodías, para escuchar tranquilo y con calma, en esos momentos de sosiego.
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