Podría parecer que últimamente se me está yendo la mano en cuanto a discos de sobresaliente, que no soy demasiado exigente con lo escuchado, etc,… ¿Y qué coño importa?, de sobras sabéis todos que en este blog la diversión, el cachondeo y la música con alma y pelotas son una máxima y las bandas que van de este palo os aseguro que son muy bien recibidas por éste que os escribe. De todas formas, eso no quita para que no estén entrando en Pupilandia discazos como la copa de un pino y (creo) muy pocos se aventurarán a decir lo contrario porque el ‘underground’ sigue hirviendo y nutriendo de nueva sabia al Rock’N’Roll con un nivelazo en la escena de clubs y de salas, tanto nacional como internacional, para quitarse el sombrero. La música del Diablo sigue vivita y coleando…
Hoy volvemos al Vintage Rock más descarado y vigoroso de la mano de los canadienses…¡¡¡LA CHINGA!!!….
Si con éste tema tu cabeza no se ha desprendido del cuello… ¡¡¡es que algo te pasa muchacho/a!!!.
El ‘power trio’ de Vancouver se formaron en 2012 por el rallado de Carl Spackler (lead vocals, bass), Jay Solyom (drums, percussion, vocals) y Ben Yardley (guitar, theremin, vocals) con la única intención de devolver al ROCK el trono que perdió en los 70’s. Una banda cachonda hasta decir basta, nacida, según afirman ellos:«…por interconexión de fuerzas ocultas, magia negra espacial, pantalones de campana, furgonetas surfers y el dulce tequila…». No tardaron en sacar su primer disco auto-titulado como La Chinga (2013) que estuvo en boca de todo el mundo por la diversidad de influencias setenteras mezclada con una frescura y un desparpajo acojonante que los emparentó y hermanó con sus también paisanos Monster Truck. El Boogie Rock parece estar viviendo un momento muy dulce Pupilos, el que avisa….
Siendo sinceros, su debut no lo había escuchado hasta que me he puesto con Freewheelin’ (2016) y ya os digo de antemano que su reciente nuevo artefacto no es que mantenga el nivel, ¡es que incluso lo supera! y mira que era difícil con semejante debut tan explosivo. La música de La Chinga es absolutamente ‘retro’, para que os hagáis una idea, ¿qué pasaría si agitásemos en una cocktelera a MC5, Led Zepp, ZZ Top, Stooges y James Gang?….uffff! pues ya os aseguro que de eso sale La Chinga amigos.
Freewheelin’ es un disco juerguista y desenfadado, que celebra hasta el límite las cosas buenas de la vida y las del ‘rock’n’roll way of life’ con una chulería y un desparpajo que asombra. Un álbum que no puedo parar de poner en opción ‘repeat’ y ‘repeat’ en el coche respetando esa atómica portada con la banda acercándose peligrosamente al espectador. TODAS!, y digo TODAS las canciones son himnos a la lujuria sónica, al cachondeo, al sexo y todos los alcoholes que os podáis imaginar. Con este trío es imposible que no te entre el buen rollo, y sobre todo a sabiendas de lo bien que sabe montárselo en directo…
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Como no es cuestión de ir tema por tema porque tendría que citarlos todos, ya os digo que los cuatro primeros son realmente antológicos y definitorios de todo lo que os estoy hablando, grandes riffs (Cromagnon Riffin’, como los catalogan ellos) y unos estribillos pegadizos como el chicle caso del incendiario ‘boogie’ «Mother Of All Snakeheads» que me tiene loco Pupilos, LOCO!. Pero…¿y «White Witchy Black Magic»? ¿Y «War Cry»? ¿Y «Right On»?….oooOH!!, ¡qué placer!!.
La Chinga también se atreve con dos temas más reposados y menos alocados, caso de «Faded Angel» cantada por el guitarra y que me suena un poco a Wolfmother y «Mountain Momma» que es una ‘zeppelinada’, época Houses of the Holy con muchísima gracia y más morro.
Quiero despedir este post con los ácidos diez minutos del tema-cierre «The Dawn Of Man», un cruce entre los Doors y Grateful Dead acojonante, ‘psychedelic souther rock’ con toques ‘space rock’ de alto octanaje que me ‘eleva’ a las primeras de cambio y que cierra un disco alocado, socarrón y vitalista, de esos que estas necesitando semana sí, semana también para seguir adelante…
Nadie debería de pasar Freewheelin’ por alto ni un segundo más, por ello os dejo el disco ‘colgadito’ directamente desde la Bandcamp de su sello, el inmenso Small Stone Recordings…
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