A estas alturas, en las que casi todo está descubierto, o eso pensamos, mejor vamos abreviando. Así de primeras, si me hablan de un guitarrista japonés que hace power metal, mi interés es el mismo que con cualquier programa de tertulianos del tres al cuarto hablando de política en televisión. A ver, no tengo nada contra los japoneses, pero la verdad, el power metal hace demasiado, que no me la pone dura, con contadas excepciones. Y en estos tiempos, en los que antes de pillar un disco, lo escuchas mil veces, para estar seguro, y en el que estos, se reproducen de manera continua, acumulándose una cantidad de lanzamientos mensuales, que a nadie da tiempo de estar al día, quieras o no, terminas, dando de lado discos. Ces’t la vie. Además, cuando voy a escribir cuatro letras sobre las canciones que alguien se ha dejado los cuernos en componer, me gusta ser al menos, conocedor de lo que ofrece, escuchar el disco un par de veces o tres, es lo menos que los músicos se merecen, y eso, merma aún más tiempo en mi ya de por si escaso reloj de arena del tiempo libre.
Pero fíjate tu, que el otro día, me tope casi de casualidad con este nuevo disco (el segundo), del guitarrista japonés, Nozomu Wakai, y bueno, de estas que mientras haces mil cosas, decides poner algún disco, que te vaya acompañando, para que nunca deje de sonar música en tus altavoces. Ni pretensiones ni expectativas, porque mi desconocimiento era total, si, vale, que queda mejor contar que a este tipo lo descubrí yo tocando, en un garito de Yokohama, cuando aún andaba en el instituto, pero ese no es mi estilo, uno tiene su conocimiento a base de canciones escuchadas, y poco más. Bueno, ahondemos un poco en el guitarrista, así a brote pronto, descubrimos que se declara fan de Deep Purple (y yo añadiría, por ende, de la mejor época de Yngwie J. Malmsteen), y que tras formar un par de bandas, y tocar con gente conocida del mundillo del heavy metal nipón como Mari Hamada, decide poner en circulación su propio proyecto, Destinia, con el que lanza en 2014 su primer larga duración.
En 2015, ve la luz este «Anecdote of the queens», donde practica un heavy metal melódico con preponderancia tanto de las melodías vocales como del trabajo de Nozomu, que realmente toca bastante bien. Dos vocalistas femeninas le acompañan en estas siete canciones, en las que además pone su voz, un reconocido cantante como es Rob Rock. Temas rápidos y melódicos, heredados de los primeros discos de Yngwie con sus Rising Force, incluida esa querencia por sonoridades neoclásicas. Como decía antes, de mera anécdota sonora, este disco me llevó a centrarme en su sonido, y disfrutar una y otra vez de canciones como «I miss you», «Love to love»,que cuenta con un inicio más hard rockero, el medio tiempo «Until that time» o la rápida «Breaking the fire», donde colabora Rob Rock, puro heavy metal. Junto al guitarrista, encontramos a las vocalistas Fuki y Yui Sakariba, al bajista Koichi Terasawa, al batería Satochi Miyawaki y al teclista Mao.
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