Hoy 22 de enero es la fecha señalada para el lanzamiento de un nuevo álbum de Steven Wilson, titulado 4 ½ , y muchos dirán: ¿otro?
Efectivamente, los amantes de la música de Wilson estamos de enhorabuena ya que este trabajo se supone que es el eslabón entre esa maravilla que es Hand.Cannot.Erase y un próximo álbum de estudio, en el que ya está trabajando Steven y sus músicos: Adam Holzman, Nick Beggs, Guthrie Govan, Dave Kilminster, Craig Blundell, Marco Minnemann, Chad Wackerman, y Theo Travis. Aunque la verdad es que 4 ½ esta compuesto de caras B que no se lanzaron y que solo un mago como Wilson sabe manipular la sala de montaje para que suene a gloria y no a simples retales.
Eso si, es un mini álbum a precio de disco completo, ya que 4 ½ comprende solo seis temas con una duración total de apenas 37 minutos, que en definitiva es lo que duraba muchos discos en los años setenta. Cuatro de las canciones se originaron durante las sesiones de Hand.Cannot.Erase, y una pertenece a las sesiones de grabación del álbum anterior, el The Raven That Refused To Sing.
El disco empieza con “My Book of Regrets”, 9 minutos de pura delicia; es increíble este músico donde va a llegar en el mundo del prog, si bien ya esta en la cúspide, esto es para cerciorarse que está tan alto por méritos propios. El disco esta vez me suena mas a Porcupine Tree que a Wilson en solitario. Esa batería tan peculiar siempre tan por encima del resto, esas guitarras afiladas pero tan cristalinas al mismo tiempo. Wilson no cesa de flirtear un tanto con Pink Floyd otro tanto con King Crimson, pero siempre dejando su propio sello. ” Happiness III”, “Vermillioncore” suenan frescas con algunos riffs que hara las delicias de los fans mas acerrimos, y los dos últimos temas son de lo mejor y eso que el resto es de alto nivel también, pero es con “Do not Hate Me” donde brilla con toda su grandeza. Un tema grabado originalmente por Porcupine Tree para el disco Stupid Dream de 1999, al que se le ha dado un lavado de cara con la voz de Ninet Tayeb acompañando a Wilson. Perfecta para cerrar este artefacto que como he dicho anteriormente suena mas a Porcupine, y no se si es por añoranza de Steven a su banda que le dio la fama o por pura casualidad… ya veremos!
Steven Wilson se ha convertido en el workalcoholic del progresivo, esperemos que esta borrachera tan embriagadora e inspiradora no termine con resaca y acidez estomacal, ya que al estar tan involucrado en tantos proyectos llegara un momento que su música se resentirá.
El saxo en » Do not hate me » . Espectacular. Y eso de, no me odies por no ser tan especial como tú cantado por una » mujer es un puntazo, pero el saxo…