De verdad que no veo el momento de cerrar mi TOP 2015 y ponerme ya a reflexionar, o mejor dicho, jugar subjetivamente sobre quien se merece y quien no estar en lo más alto del año. Al menos esta semana estaremos dándole duro a discos que me están viniendo a última hora y me están agarrando bien de las pelotas como para que no los deje de lado y uno de estos casos viene de nuevo de tierras vikingas, la banda se llama Black Trip y, como suele ser ultimamente una cojonuda costumbre, la descubrí en «El Behringer del Capi».
La banda de Estocolmo formada por Pëter Stärjnvind (lead & rythm guitars), Johan Bergëbak (bass), Joseph Tholl (vocals), Sebastian Ramstedt (lead & rythm guitars) y Jonas Wikstrand (drums) suena exactamente así de bien si quieres cruzar la ‘Linea Ensombrecida’. ‘PRESS‘!!!…
La formación comenzó su andadura en 2011 con componentes huidos de bandas como Enforcer (¡el propio cantante ni más ni menos!) y Nifelheim y no tardó mucho en sacar un single en 7». Pero no fue hasta el año pasado que se estrenaron con su primer larga duración llamado Goin’ Under (2014). La respuesta de crítica y fans fue tan generosa que no han parado de girar y ser solicitados en multitud de festivales europeos. No era de extrañar que, tan sólo un año después, en concreto a finales de agosto, hayan sacado a la luz su flamante Shadowline (2015).
Si bien es cierto que hasta ahora os estaba proponiendo bandas ‘Vintage Rock’, no es que me vaya a desviar demasiado del término ‘Vintage’ aunque sí del término ‘Rock’, ya que el sonido y la propuesta de la banda se remota a esos primeros 80’s pero en su faceta más dura y ‘heavy’ porque Black Trip son unos cabrones amantes de aquella majestuosa New Wave Of British Heavy Metal, aquella en la que Judas Priest, Saxon, Maiden, Diamond Head, Scorpions, etc,.. marcaban el paso y las reglas con un sonido acorazado y unos desarrollos guitarrísticos de auténtico infarto.
Shadowline es un encabronado viaje a aquellos años, un disco potentísimo y directo, un ejercicio de género y estilo absolutamente perfecto con temas que se acercan a aquellos primeros Maiden, los de Paul Dianno of course, en los trotones y vertiginosos «Berlin Model 32» y «Clockworks» pero también a los Thin Lizzy más metálicos en «Danger» con el acostumbrado duelo de ‘twin guitars’ y un fraseo típicamente Lynnot.
Pero dejémonos de referencias e influencias, lo cierto es que la banda combina de miedo su faceta eléctrica y desgarradora con sus increíbles melodías, el tema-título «Shadowline» y «Over de Worldly Walls», por poner dos ejemplos, son tracks intensísimos que te ponen los pelos como escarpias con sus desarrollos, con los cambios a tempos más melódicos y con la intensidad y la garra que le pone Joseph Tholl que es una mala bestia al micrófono.
No quiero destripar más pero no me puedo aguantar a proponeros un tema que me vuelve absolutamente loco, os hablo de «The Storm» con un espectacular ‘crescendo’ en intensidad empezando reposado entre berrido y berrido de Tholl y que va desarrollándose y cubriéndose de electricidad guitarrística y de contundencia rítmica en el bajo y parches a medida que el tema avanza y busca su clímax final. Mi favorito por el momento…
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Deadlord y Black Trip las bandas más en forma de Estocolmo sin lugar a dudas.
Y como hoy no hay ‘Bandcamp’, os pongo un concierto enterito para que veáis cómo se las gasta la banda encima de un escenario, ¡¡¡todo pasión y gloria ‘Heavy Metal‘!!!…
ENJOY!!!
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