Se presenta Winter Time, la ópera prima de Winter Project, grupo vigués que lleva cuatro años experimentando la fusión de sonidos y estilos musicales diversos. El resultado es un disco bastante ecléctico donde nos encontramos, desde un blues, hasta folk-rock de marcado tinte celta.
Nueve temas son los que componen este primer disco de la banda, y que reflejan la versatilidad de su propuesta musical. Es un disco eminentemente guitarrero, donde la sección rítmica está muy marcada, muy presente, jugando con arreglos vocales y coros armonizados en gran parte de sus temas. Utiliza piano y teclados para añadir texturas y matices fuera del concepto que se espera de una banda de rock.
“Sometimes”, es el tema encargado de abrir el disco y se nos presenta con un nuevo punto de vista la unión del sonido celta con el estilo country americano. El resultado es llamativo y vigoroso. Es imposible no mover los pies al ritmo del duelo entre la gaita y la guitarra eléctrica. La sección rítmica machaca un riff pegadizo durante todo el tema que hace que te centres en el diálogo musical de los instrumentos solistas. En este tema cuentan con la ayuda de Alberto Coya, reputado gaitero de carrera internacional y uno de los más destacados compositores mundiales de este particular instrumento.
Otro de los temas destacables, si bien todos podrían ejercer la función de single, es “Everything’s the same”, con un estilo manouge que recuerda al gran Django Reinhardt, artista en el cual está inspirado. En este tema Luis Saldaña hace alarde de sus capacidades con la guitarra eléctrica para trasladarnos a los años treinta.
Podemos citar varias muestras de rock contundente, con riffs característicos y pegadizos, como “Texas Queen”, “Ashes from the past”, o “Sitting in the edge of the bridge”, todos muy distintos y personales, pasando de un intimista “If the summer comes” sin percusión a un blues con coros gospel como “Sesame Street Blues”, o a un blues-jazz que juega con diferentes métricas como “Dark night”, posiblemente el tema más melancólico de la banda.
Llegan a jugar de forma irónica con un estilo algo vodevil en “Charlie”, donde las cuerdas (Luis Saldaña a la guitarra y Bru Vidal al bajo) juegan con diferentes ritmos y líneas armonizadas para crear una atmósfera festiva con mucho humor.
Las baterías grabadas en este disco por Jorge Guerra son contundentes, muy presentes, dinámicas. Su presencia captura tu atención, no pasan en ningún momento desapercibidas. La característica voz de Jorge Lorenzo unifica la sonoridad de la banda y deja un regusto melancólico en todo el desarrollo vocal de la misma. Los temas, aún siendo dinámicos y vigorosos, dejan un poso agridulce gracias a esa voz intimista.
En el disco se dejan notar las influencias musicales que han marcado a la banda. Abarcando cuatro décadas musicales, encontramos músicos tan dispares como The Doors, The Beatles, Bob Dylan, Queen, o Miles Davis.
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