No nos andemos con tonterías a estas alturas del partido. Es incontestable y evidente, que el rock and roll, debe mucho, muchísimo a una serie de músicos tanto británicos como norteamericanos, que han escrito páginas de oro de esta música que nos da la vida, que nos mueve como agua contra corriente. Hay discos que son una enciclopedia para comprender de que va esto, porque tanta gente cae rendida a sus acordes. Pero también es cierto, que muchas veces creo, que tenemos una deuda pendiente con el rock de aquí, que también ha marcado época y ha puesto su grano de arena para la grandeza del rock and roll. Todas esas bandas como Burning, Los Enemigos, Los Del Tono, Leño, Barricada… cuyos discos forman parte también, de una forma de vivir en nuestras calles, de luchar a nuestra manera con su música de fondo, y que también merecen el reconocimiento, porque se lo han ganado, porque somos muchos los que les debemos más de una y de dos a todas esas bandas. Y no solo la gente que necesitamos escuchar rock and roll día tras día, también muchas bandas que han hecho de esas influencias su manera de entender la música como complemento de la de fuera, aunque a fin de cuentas, toda viene de la misma raíz.
Una de esas bandas que mantienen vivo ese espíritu, es Yeska, que se han marcado un muy recomendable «Versos zurdos», un compendio de rock and roll, con retazos urbanos. Comienzan fuerte, como debe de ser, con la magnífica «Los chicos del barrio», en la que Antonio, voz y guitarra, comparte protagonismo vocal con Isabel Marco Bisbal, que redondea una gran canción. En «Montescos y Capuletos» se nota la mano de Fernando Madina, junto a algún guiño, que se repite más de una vez, a los Barricada con El Drogas. «Pintadas» cuenta con la voz de Yol Madina, para entre ella y Antonio dar muchísima fuerza a una buena canción con una letra que me gusta muchísimo, «destrozas el verano quejándote del frío sin pararte a dar calor…». También hay que destacar a Julio al bajo, Angelito a la batería y Javi a la otra guitarra, que suenan como una locomotora durante todo el disco.
«Cruce de caminos» tiene un ritmo muy chulo, y una letra muy canalla y callejera, de nuevo apoyados por la voz de Isabel. «Sentencia» suenan muy bien, con reconocimiento incluido en la letra a un grande como Tom Waits y con esas guitarras de sabor a rock and roll patrio. «Alas rotas» tiene unas guitarras cojonudas, con algún guiño bastante reconocible. «Ni aprendo, ni me acostumbro (ni quiero)», sobre un fondo muy rockero, la voz toma es camino del rock urbano tan nuestro. «Donde no hubo gloria (blues)», hace honor a su título, para marcarse un más que merecido blues rock. «Versos zurdos», la canción, suena a Siniestro Total, o al menos, a mi me lo suena. «Otra canción» cuenta con Rubén Pozo, ex Pereza, aunque yo prefiera recordarle por su paso por esa pedazo banda que fue Buenas Noches Rose. Otro ilustre invitado es Lichis, que hace acto de presencia en la canalla «Cabaret de damas libres», con su entrada surf y ese ritmo que va creciendo poco a poco hasta explotar.
Para terminar con este vendabal de «Versos Zurdos» que nos ofrecen Yeska, dejan «Gol», un medio tiempo de querencia muy Burning, para despedir un disco que no solo gustará a todos aquellos que disfrutan del rock con denominación de origen que se hace en este país, sino que puede ser plato de buen gusto de mucha fauna rockera.
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