Si éste último disco de los Biters, Electric Blood (2015) hubiese caído en pleno veranito os puedo asegurar que hubiese entrado en dura pugna con el Nine Lives And Forty-Fives de los Prima Donna o el Here Come….The Jokers! de los Jolly Joker para ser mi disco ‘festivo’ del verano pero…bueno!, ha llegado tarde para los calores, aunque más vale tarde que nunca porque estamos ante un disco de rock’n’roll festivo, melódico y de tintes ‘retro’ que me está volviendo loco estas últimas semanas. Por supuesto, la culpa, una vez más, se la tengo que echar al ‘Capitain Poon’ cuando me aconsejó que no dejase pasar a esta banda por nada del mundo. Era obvio que le iba a hacer caso…
Lo cierto es que este final de año 2015 me lo están poniendo muy difícil bandas como los Prima Donna, Michael Monroe, Deadheads, ’77, Graveyard, Grande Royale y algún que otro más porque el placer sónico es jodidamente inmenso, jodidamente intenso!!. ¡Qué stress Pupilos!, qué stress…
Pero yéndonos directamente a por los Biters, algún dato, que nunca viene mal ilustrar al neófito que pica uno de los vídeos y queda flipado. La banda de Atlanta, Georgia, se formó en 2009 por Tuk (vocals, guitar), Matt (guitar, vocals), Philip (bass, vocals) y Joey (drums, percussion) y tienen en su haber cuatro EP’s que curtieron sus inicios y dos discos con éste Electric Blood. Muy pronto se hicieron notar con su desparpajo y su actitud ‘party all night long’ y gente como el mismísimo Nikki Sixx y Alice Cooper se deshacen en piropos con ellos cosa que les abre puertas girando sin parar practicamente desde sus inicios como banda.
¿Y cuál es el secreto de la banda?, joder! es bien sencillo, además de tirar siempre hacia el rock and roll más festivo y glammy también saben meter unas melodías ‘powerpop’ perfectas sabiendo incluso meter influencias 70’s, caso de AC/DC, el mencionado ‘The Coop’, Thin Lizzy, Kiss, Cheap Trick, con una naturalidad que les aleja de ser simplemente una banda ‘revival’ sin personalidad. Y, de esto, Tuk tiene mucha culpa con esa imagen glam y una voz con muchos matices melódicos.
Vamos al disco. Ante todo, advierto, no quiero ir tema por tema, cuando me gusta un disco intento (en la medida de lo posible, claro está) no destriparlo demasiado para que la gente descubra los placeres que están ocultos y en Electric Blood hay muchos y muy buenos. Temas ‘acedecianos’ en guitarras pero infecciosos en melodías como el inicial «Restless Hearts», «Low Lives in High Definition» (¡Alice Cooper total!), «Loose From The Noose» y «Electric Blood» ya te ponen las pilas de las intenciones básicas y festivas de la banda.
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Tiran también de Thin Lizzy y de Cheap Trick en los irresistibles «1975», el pegadizo como el chicle «Heart Fulla Rock ‘N Roll» (buenas ‘twin guitars’ y un estribillo tremendo) y «Space Age Wasteland» que cierra el disco con un aroma clarísimo a Lynnot.
El ‘powerpop’ pulula por todo el álbum pero cristaliza a la perfección en los temas más melódicos, caso de «Dreams Don’t Die» o el glammy ‘a la Bowie/Slade‘ «The Kids Ain’t Alright». Pero la fuerza guitarrera y el punk glam también se alían con el ‘powerpop’ en el poderosísimo a la par que melódico «Time To Bleed» de increíbles cambios de ‘tempo’.
Pero quiero despedirme con mi tema favorito del disco (¡al menos en el día de hoy!) con el excesivo y callejero hasta decir basta, «Low Lives in High Definition», que además de recordarme a Mr. Vincent Fournier me vienen también a la cabeza aquellos Towers of London de su disco debut. Un temazo como una catedral de grande, de estribillo grandioso y actitud chulesca y socarrona. Una auténtica celebración del Rock & Roll…
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