Aquí tenemos el claro ejemplo de una banda que pudiera estar arriba del todo y, a pesar de su buen hacer, de tener una buena legión de fans, hay algunos obtusos que aún no han caído en sus garras. Esperemos que con su disco lanzado a principios de agosto alcancen el estatus merecido.
Los Delta Saints son sobre todo una banda de directo, un grupo que se patea el mundo de arriba abajo, sin importarle la popularidad de la sala o el lugar donde toquen: siempre lo dan todo.
Con Bones siguen con su venenosa mezcla de rock de los setenta y de psicodelia, todo ello interpretado con arrogancia embriagadora. Han devuelto alma al Blues Rock más épico, por ello discos como Death Letter Jubilee, A Bird Called Angola y/o Bones son de obligatoria adquisición de cualquier amante del género.
Bones ha sido producido por Eddie Lanza, en Nashville. Ambas cosas le han venido como anillo al dedo a la banda para que sus raíces se expandan sin ningún tapujo y así dar rienda suelta a sus influencias, que van desde Led Zeppelin a bandas más contemporáneas como The Black Keys. 10 trallazos “For Kickin’ your Ass”.
“Heavy Hammer” ha sido el primer single extraído de “Bones”, pero la banda esta vez se ha atrevido a mirar un poco más lejos y no se ha contentado con sacar otro disco con la fórmula perfecta que ya controlaban perfectamente. Mantienen su receta infalible de rock americano 100%, con su marca registrada de blues-rock pero con nuevas indicaciones en folk, country y ritmos psicodélicos.
Evidentemente, siguen los ritmos rápidos, pero ahora hay algo de experimentación; “Zydeco” es el reflejo de que la banda ha querido explorar un poco otros campos, la influencia de la música de raíces sigue aquí, junto a la voz arenosa de Ben Ringel, con esa música que invita a pasarlo bien. Pero los nuevos arreglos demuestran que Bones no es sólo un nuevo trabajo de The Delta Saints: es el crecimiento como músicos, como compositores y como banda hacia la cima del éxito.
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