Las nueve de la noche y suenan los riffs de unas furiosas guitarras.Un quinteto encima del escenario desgrana hard rock mazacote pero con criterio. Su aspecto visual con barbas , pelos largos y sombreros vaqueros, impacta., FIVE STRINGS BAND se denominan estos gallegos FERROL con unos cuatro discos a sus espaldas y un buen numero de enfervorecidos seguidores a tenor del movimiento y gritos allá por delante del escenario (uno todavía merodeaba la barra sita en el lateral).
Durante un buen rato el sonido de buen rock duro atrajo la atención del que suscribe sin embargo el guitarrista saco a la luz una guitarra con decoración sudista y al unisono surgir tonalidades de southern rock y blues algo manidas que ni falta hacia que apareciesen al afectar a mi gusto al rocoso show que venían ofreciendo. A pesar de ello ,el broche final de sus aproximados 45 minutos con su regreso a los sonidos duros y contundentes dejo un buen saborcillo a la espera de que concreten mas su formula y estilo que personalmente dirigiría mas al hard sin ambages que a lo southern motero. Van a ser grandes a buen seguro puliendo detalles.
Tras el oportuno descanso llego el plato fuerte. Los sonidos de un piano Roland desplegando unas notas de r’n’b anuncian a un pizpireto ser que con pañuelo en la cabeza cual pirata se sitúa al frente del publico elevando sus brazos ofreciendo a los presentes un vaso de cerveza que porta en la mano( derecha y otro con color a coca cola (imaginando que además contiene néctar de elevada graduación) sostenido por la izquierda. Un gesto que indica que el ser de ojos saltones y sonrisa picara junto con sus compinches que le acompañan van a darnos » Lo Que el Publico Quiere «, que no es otra cosa que puro y clásico rock and roll canallita de los de toda la vida.
Un lanzamiento por lo aires de la sala del micrófono da la salida la salida a dos horas de repaso a los éxitos de los QUIREBOYS , que sus fieles saben y conocen al dedillo y que como en una gramola van cayendo sin pausa alguna salvo las visitas de Spike al pie de la batería para recoger su vaso de Coca Cola Light , como así lo llamaba el cantante con cara y sonrisa pinochesca .
Nada de sorpresas, ni de grandes rarezas con un repertorio casi calcado al que aparece en su directo contenido como bonus en su reciente cd Sta Cecilia , eso si con mayor crudeza , velocidad y a mi juicio ganas que lo que se ha llegado a facturar en formato digital se presentaron por Santiago de Compostela. Cierto es que el público no deseaba otra cosa que escuchar clásicos a tenor de la febril respuesta y coparticipación a la fiesta, perdonando que Spike siga maullando fabulosamente más que cantando o que en ocasiones los solos de guitarras no sonasen tan bien como deberían pero se trataba de un party , palabreja que debió de ser la más utilizada en la comunión del grupo con el público.
Así pues entre: un poco de muñecas de NY, otra pizca de rubito Rod, una sazón de perverso sleazy y sones de piedras rodadas con glam, se acabó terminando una fiesta que espero que Vds, lectores, vayan si pueden; aún los oferentes se encuentran en condiciones de ofrecer una buena homilía
0 comentarios