I know, its only rock and roll, but I like it. ¿Cuantas veces habéis oído o utilizado la frase de marras?. ¡Pero, es que es cierta, coño!. Al final, todos los caminos llevan a Roma, o a Memphis, o tal vez a Hopkins, o al menos, eso es lo que nos predican Atlas Road Crew, otra banda que la factoria Teenage Head Music va a hacer rodar por los escenarios de nuestro país, y como la gran mayoría de grupos que nos presentan, tienen un rollo que te engancha a la primera.
Sin artificios ni historias, lo de esta gente es rock and roll, de ese que mama del blues, de los sonidos de raíces americana, del rock más clásico de ambos lados del océano. ¿No es eso lo que nos gusta?, pues ya está, la frase nos vuelve a venir ni que pintada, para escuchar este «Halfway to Hopkins», de estos cinco tipos de Charleston, con la peculiaridad, de hacerlo muy, pero que muy bien, sobresaliendo sobre toda esa pleyade de bandas, dispuestas a reivindicar un pasado en forma de futuro.
Puro rock es «Voices», con ciertos aires sureños en esas guitarras, y esas melodías que tan grabadas, tenemos en el recuerdo. El bajo da la señal de salida para la southern «Blackeye sunrise». Una intensa guitarra junto a ese piano de sabor a club, son los principales protagonistas de la efectiva «Low country blues». Las guitarras acústicas de «Wasted time», anuncian un bonito medio tiempo, donde el feeling y la intensidad van creciendo a cada paso, hasta convertirse en una canción de las que te pone la piel de gallina. En «I want you to know», cambian de registro, sonando como una banda pop británica de los 80, la verdad es que desencaja un poco en lo que estaban haciendo, pero cuando llegas a ese estribillo, terminas aprobando el paso adelante. Vuelve el rock and roll de la mano de «Loose control», caminando por la fina frontera del rock más clásico y las sonoridades southern.
Otro buen medio tiempo es «Weeping will», marcando cada nota, cada palabra, para conseguir transmitir ese feeling. Ese riff de herencia a lo Allman Brothers, presenta en sociedad a la canción que da título al disco, que transmite un rollo muy rockero. «Runaway» vuelve a descolgarse, para cruzar el charco y volver a emparentarse con aquel pop que se hacía en UK en los 80. «Abilene» es muy grande, tiene ese algo especial, ese toque que te haga quedarte con una banda, no condenarla al olvido. «Betty» pone fin al disco, con grandes guitarras, dejando un muy buen sabor de boca. Otra banda a la que seguir la pista.
0 comentarios