Todo el mundo habla de Suecia como referente del rock actual, y bueno, razón no les falta, porque es verdad, que desde el norte de Europa, la invasión es constante, con bandas, realmente fuera de serie, no nos engañemos. Desde los 90, realmente desde antes, pero sin tanto bombo mediático, llevan volándonos las cabezas, y bueno, todos esos grupos que vinieron del frío, supusieron una patada en el culo del rock and roll, para despertar de nuevo ante la llegada de nuevos vientos. El rock australiano, también ha sido siempre cosa fina, y no hace falta ahora, empezar como cotorras a nombrar grupos que todos nos sabemos ya de memoria. Pero es que, en lo que se refiere a nuevas bandas, sin llegar quizás al nivel de ciertas bandas nórdicas, lo cierto es que desde Australia, no paran de salir grupos realmente interesantes, que nos alegran el día, cada vez que suenan sus canciones. Muchas de estas bandas, beben de las influencias del rock clásico, y es cierto, que sobre todo, gracias a agencias como Teenage Head Music, llevamos años disfrutando de ellos en los escenarios de nuestro país.
Una de mis bandas favoritas de esa escena, es sin duda, The Widowbirds. La banda de Simon Melli, bucea en ese rock de los setenta que tan fuerte ha dejado su semilla en gran parte de la forma de tocar de estos últimos tiempos. Led Zeppelin son una referencia muy clara para ellos, no en vano, el propio vocalista, forma parte de una historia tributo a la banda de Plant y Page. Pero resumir la música de este grupo, a un cierto revival, es quedarse cortos y además injusto. Nunca he cuestionado que una banda saque sus influencias a relucir, a fin de cuentas, están ahí, todos hemos aprendido a amar esta música, a través de una serie de discos imprescindibles. Pero para no quedarse en una simple copia, en otro ladrillo del muro de los que se apuntan a rescatar las raíces y ponerlas al día, hay que tener un plus de clase y calidad, que The Widowbirds, atesoran, y eso queda claro, en el momento en que comienzas a escuchar sus discos. Este «Black into the blue», lleva en su interior, todo lo aprendido, mezclado con la ilusión y el poder de quien lo hace suyo.
Canciones como «Born», «Words you throw» o «Wicked servant», por nombra solo algunas, son una apuesta segura, en este cada vez más complicado mundo del rock and roll. Vale, que seguro que cuando sus acordes inunden vuestra cabeza, buscáis mil nombres con los que poder relacionar a estos tipos, pero a estas alturas del partido, quien es capaz de revolucionar el mundo del rock and roll y salir vivo del intento. Llega el momento de separar, aquello que merece la pena de lo que no, y me juego el poco crédito que me queda, a que estos tíos, merecen estar en los altavoces de todos aquellos que de veras disfrutan con este rock and roll que no nos deja escapar. Por mucho que algunos se empeñen, por los continuos cambios acompañados de batacazos que la historia actual del rock se vaya dando, mientras haya bandas dispuestas a dejarse la vida en una canción, podremos agarrarnos a esa salvación.
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