Loreak ha sido la elegida por la Academia este año para competir por España al Oscar a mejor película extranjera a pesar de estar hablada enteramente en euskera. Y me parece muy bien. Sin embargo, debo ser claro, creo que Loreak no era la mejor opción, yo prefiero de lejos con esa joya llamada Magical girl.
Loreak es una película sobre la ausencia y la soledad. Dejemos claro que es una película lenta y triste que puede hacerse bastante cuesta arriba. ¿Y de qué va? La muerte accidental de Beñat provoca que su madre, su esposa y una compañera de trabajo que apenas le conocía deban afrontar su ausencia.
La mayor baza de Loreak es su acertada presentación de unos personajes femeninos totalmente verosímiles y cercanos, de carne y hueso. Unos personajes con los que no podemos evitar sentir cierta empatía y en los que reconocemos actitudes de nosotros mismos. Mujeres que ya no se comunican con sus seres queridos, que han caído en una rutina sin alicientes y se sienten solas, muy solas. Me gustó el retrato de las tres mujeres protagonistas, todas creen conocer al fallecido pero quizás cada una de ellas sólo tuvo acceso a una parte de la personalidad de éste. Quizás nadie conoció a Beñat ni nadie sea capaz de completar el puzle que su muerte provocó.
La obra de Jon Garaño y José María Goenaga es una película aparentemente sencilla que transmite sentimientos complejos apoyándose en una factura técnica excelente. Con un ritmo narrativo excesivamente pausado (yo casi me duermo varias veces) el guión dosifica sabiamente la información que muestra al espectador. Me gustó el retrato de las tres mujeres protagonistas, todas creen conocer a Beñat pero quizás cada una de ellas sólo tuvo acceso a una parte de la personalidad de éste. Quizás ninguna conoció al verdadero Beñat o nadie sea capaz de completar el rompecabezas de una personalidad ajena. Me gustó el hecho de que apenas se nos muestre a Beñat, el personaje que origina toda la trama y al que todos los personajes intentan entender. Pero Loreak parece decirnos que es imposible entender qué pasa por la mente de los demás, incluso a veces se nos hace muy difícil entendernos a nosotros mismos.
No hay en Loreak apenas flashbacks ni molestas voces en off, la narración es sincera y sentida. Nada de trucos. Una pena que el ritmo sea tan mortalmente pausado. A pesar de su atractiva propuesta y su perfección formal, la película me resultó aburrida. No hay en su guión ni una sola línea de ironía o humor. Todo es tan triste y tan gris como un día de lluvia en San Sebastián. Loreak peca de aburrir al espectador. A la trama le falta fluidez y ritmo. Las cosas pasan demasiado despacio. Si el espectador no consigue acostumbrarse al ritmo especialmente lento del film, se le puede hacer eterno.
A mí me da igual que la película esté rodada en euskera, me parece muy bien que los personajes hablen en su idioma. Llevo toda la vida viendo cine subtitulado en inglés, francés o chino y ahora no me voy a rasgar las vestiduras por ver una película en euskera. Por cierto, a pesar de estar perfectamente ubicada en un entorno muy concreto, el film huye de todos los tópicos sobre vascos (esto no es Ocho apellidos vascos) convirtiéndose en una historia casi universal.
Atractiva propuesta, aunque demasiado lenta para mi gusto.
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