Van Morrison, otra de las leyendas vivientes de la historia de la música, ha vuelto al candelero con un disco donde revisa sus temas exitosos con un elenco de amigos de dispar talento. Un disco que a los amantes del Leon de Belfast nos ha decepcionado, pero que ha servido para que retome los escenarios y desempolvar sus antiguas obras maestras, justo lo que vamos hacer desde Rock The Best Music.
Nada mejor que empezar con su quinto disco, Tupelo Honey. Morrison facturó una nueva obra maestra, y seguía en aquella plenitud creativa que demostró desde su primer disco. Posiblemente este sea uno de mis discos favoritos de su extensa discografía. Tenemos a un Morrison que sigue bucólico y místico, tanto en sus textos como el las fotos que ilustran el precioso vinilo. Fue publicado en 1971, año donde aparecieron en el mercado otras joyas del calibre de: Who’s Next, de The Who , What’s Going On, de Marvin Gaye, Blue de Joni Mitchel y/o el Sticky Fingers de los Stones, ademas del IV de Led Zeppelin, Meedle de los Pink Floyd y Hunky Dory de Bowie, por citar algunos.
La portada va muy unida al nombre del disco. Van y su mujer por entonces, Janet Planet, están el rancho que poseía Morrison en Woodstock. La pareja está rodeada de unos árboles llamados “Nyssa Sylvatica”, o mas comúnmente apodados “Black Tupelo”. La variedad de miel producida por las flores de estos arboles se conoce como “Tupelo Honey”. Por lo tanto, el disco no guarda ninguna relación con la ciudad que vio nacer al rey. Hace años pensaba que sí, ya que Van, al igual que muchos, es un gran amante de The King.
Otras informaciones sitúan el rancho cerca de San Francisco, o en el condado de Marin, pero una vez contrastada esta información, se ve que es errónea. Y si bien es cierto que Van tuvo residencias en dichos lugares, fue en Woodstock donde se sacó la foto y se compuso la mayoría de los temas. Aunque Morrison dijo que aquel no era su rancho, lo hizo para librarse de los curiosos que pudiesen descubrir su guarida, ya que fue puesto en sobre aviso por Dylan sobre los freaks que merodeaban la zona.
[youtube id=»cRmlJ2jFD-A» width=»620″ height=»360″]
En este disco Morrison, como era habitual en él, supo rodearse de grandes músicos: Ronnie Montrose se encarga de la guitarra y la mandolina. Montrose, imagino, no necesita presentación para mis queridos lectores. Además de Ronnie, están Bill Church al bajo, Rick Schlosser a la batería, Mark Jordan al piano y Ted Templan, que produce y se encarga del órgano. Con ellos, una sección de vientos en la que destaca Luis Gasca, un trompetista que grabó con Count Basie y Stan Kenton, nada más y nada menos. También contó con Connie Kay para cuatro de los temas, lo que fue todo un honor para Van, ya que Connie había tocado junto a Stan Getz, Coleman Hawkins, Lester Young y Charlie Parker. No olvidarse tampoco de Jack Schroer al saxo y colaborador de Van en muchos discos, el cual se marca un impresionante solo en el tema homónimo. Para mas detalles del resto del equipo os dejo investigar.
Grabado en San Francisco entre los Columbia Studio y los Wally Heider Estudios, aquellas sesiones transcurrieron sin ningún hecho relevante. Vayamos con las canciones, que son todas impresionantes. La inicial “Wild Night” ya indica que estamos ante algo muy grande. Palabras mayores. Junto al tema “Tupelo Honey”, fue uno de los singles extraídos del disco. El tema contiene la típica alma soul que impronta Van, pero además respira un toque country, como la mayoría del disco. Existe una maravillosa versión a cargo John Mellencamp y Meshell Ndegeocello. Asimismo, hay una de Richie Havens que bien merece una escucha.
“Straight To You Heart Like a Cannonball” es exactamente eso, una canción de amor como un cañonazo. No hay mujer que se resista con semejante tema. Alegre y agridulce por partes iguales : “Just like talking to yourself/When everything don’t seem to have no rhyme or reason we all go Do do loo do do, do do loo do do/Waiting for the sun to shine”. ¡Imparable!
[youtube id=»qjizgMynf6Y» width=»620″ height=»360″]
“Old Old Woodstock” está inspirada en su zona de residencia y el clima que allí se respira. No lejano a New York, Woodstock ha sido y es residencia de muchos músicos, un pueblo donde uno puede disfrutar de las virtudes de una vida sencilla. Son muchas las canciones que se le dedican, conocido por aquel famoso festival que ahora ve su tranquilidad alterada con la llegada de multitud de turistas.
“Starting a New Life” es un a reflexión sobre su matrimonio con Janet que, si bien en las fotos ambos demuestran una actitud amorosa, la realidad es que el matrimonio empezaba hacer aguas. El naufrago no estaba lejos.
“You’re My Woman” cierra la cara A, y Van sigue hablando de su matrimonio con Janet, pero esta vez desde otra perspectiva. La sombra de Janet sobrevuela la mayoría de las composiciones, y al igual que Dylan los Blonde on Blonde o Blood On The Tracks de Dylan, es este un disco cuya fuente inspiradora es la mujer, una Musa en mayúsculas que lleva a Van a cuestionarse qué hacer realmente con su relación.
La cara B se inicia con la brutalmente bella “Tupelo Honey”. Van, de nuevo, ensalza el amor hacia su mujer: “She’s as sweet as tupelo honey/She’s an angel of the first degree/She’s as sweet as tupelo honey/Just like honey from the bee». Todo está dicho con una convicción abrumadora. Janet es su ángel y de aquello no hay ninguna duda. Musicalmente es otro tema imparable, una genialidad del irlandés. De este existe una encantadora versión por parte de Dusty Springfield que le da otro enfoque con aquella terciopelada voz que poseía.
[youtube id=»Eq3YLhtuzTQ» width=»620″ height=»360″]
“I Wanna Roo You (Scottish Derivative)” es un vals típico de Morrison que cuenta con una estupenda mandolina a cargo de R. Montrose. La actriz Goldie Hawn en su primer disco, en lo que fue otra curiosidad más del mundo de la música y del cine, interpretó este tema con desigual fortuna.
Con “When That Evening Sun Goes Down” Van deja muy claras sus intenciones. A ritmo de honky-tonk suelta: “Todo va a ir bien .Yo quiero abrazarte tan de cerca”. Y sigue: “Te quiero, entender, Quiero ser tu amante”. El dolor de una relación que se rompe sigue flotando en el aire.
El disco termina con “Moonshine Whiskey”, un corte del cual se cuenta que fue escrito para Janis Joplin, ademas de ser la inspiradora.
En aquella época Van fue vecino de Dylan. Bob contaba que era frecuente verlo en casa y que muchas veces bajaban al sótano a tocar canciones en forma de dúo. Existen excelentes piratas de aquellas tardes en Woodstrock que tienen un lado morboso: escuchar a estos dos genios juntos sin agobio de ningún tipo.
Tupelo Honey desprende aromas y sonidos de la América rural, por lo que cualquier amante de dichos sonidos tiene la obligación de hacerse con esta obra maestra. Asimismo, la influencia de Van sobre diversos músicos ha sido notoria, pero es que Tupelo Honey es inequívocamente uno de los discos de cabecera de bandas como Fleet Foxes y consortes.
Tupelo Honey fue remasterizado y reeditado con dos temas adicionales: una versión alternativa de «Wild Night» y una versión de una canción tradicional, «Down By The Riverside».
Ahoar a por Veedon Flence….. Este Tupelo es sensacional
Qué delicia de post (y de disco).
Gracias queridos lectores 🙂