Quizá ellos no fueran conscientes, pero muchos madrileños sentíamos que Harem Scarem nos debían una: la actuación del pasado año se vio considerablemente empañada por un sonido que no acompañó, algo que se repite con extraña asiduidad en la Sala Penélope. Y si bien la banda anoche no estuvo al completo -echamos mucho de menos a un accidentado Pete Lesperance-, el sonido, la actitud de su cantante de siempre, Harry Hess, y el gran empaque sonoro que demostraron, nos sació lo suficiente como para recibirlos con los brazos abiertos en futuras ocasiones.
7 Almas asombraron por su profesionalidad y el estupendo sonido de que disfrutaron. La experiencia de sus músicos, que a algunos avispados les sonarían de, o bien el tremendo tributo a Whitesnake llamado Badsnake, o de la banda Cuatro Gatos. Su propuesta, que tan bien encajaba con la de los canadienses, apuesta por el hard rock melódico de solos que se pueden tararear, estribillos bien conseguidos y un protagonismo de las voces considerable.
Israel Hernansáiz es un auténtico torrente vocal, el potencial más visible audible de la banda, a quien bien arropan teclados y guitarra, apoyados en bases sencillas y bien hechas, como dicta el género. Tras abrir bocas con un «I Surrender» que ya le gustaría a Joe Lynn Turner haber interpretado hace un par de semanas sobre el mismo escenario, dejaron la impresión que merecen: quizá sea la banda de mayor calidad en cuanto a hard rock melódico de las que pueblan el panorama estatal. La experiencia es un grado.
Harem Scarem irrumpieron sobre las tablas escasos minutos después, con un sonido al inicio atenuado por una saturación excesiva. Gracias a la competencia de un técnico como se merece todo concierto, las canciones tomaron mejor forma a partir de «Dagger» que, por suerte, sonó en segundo lugar, pues no termina de encajar en un setlist tan centrado en lo que los hizo grandes: el hard rock guitarrero y melódico.
Aunque el concierto arrancó como el estupendo Thirteen, con «Garden Of Eden», rápidamente tiraron de clásicos infalibles, la crema de todo un género: «Hard To Love» y «Slowly Sleeping Away», que con un Hess entregadísimo y en plenas facultades vocales, elevaron la temperatura como sólo grandes canciones bien tocadas son capaces. Por momentos demasiado breves, nos olvidamos de la ausencia de Lesperance, cosa imposible dadas las personalísimas formas del guitarrista, único en su especie, pero cabe elogiar la labor de un Mike Vassos que, según informó Hess, se aprendió el repertorio en sólo dos semanas. Sólo por ello, le perdonamos algún que otro gazapo en los solos, mas cumplir, cumplió.
Siendo los temas antiguos, más que apuesta segura, joyas que estrujaban nuestros nostálgicos y caprichosos corazones al antojo de una banda muy solvente, como «Distant Memory» o «Sentimental Blvd», esta última, cantada por Darren, la verdadera prueba de por qué esta banda tiene esos coros tan especiales, también los pertenecientes a Thirteen sonaron efectivos y solventes. De entre estos, destacaría un «The Midnight Hours», en la que se pudo apreciar el potencial vocal de un Hess al que le sobran registros, y «Saints and Sinners», verdaderos regresos a «los origenes» que tantos cacarean y pocos cumplen.
Como «Dagger», «Karma Cleansing» dejó descuadrados a los presentes por su pesadez metalera. Afortunadamente, «Change Comes Around» y la estratosférica «No Justice» compensaron todo lo compensable. Era en los fraseos como los de esta última, o la introducción a «Saviors Never Cry» cuando la ausencia de Pete se hacía más palpable. También faltó su carisma, no llenando el escenario al 100% un Hess más simpático que otras veces e igual de paródico para con sus antiguos temas -coló un «bitch» en la letra de «Honestly». Y sin embargo, unas canciones así pueden con todo.
Se llevaron aplausos y estribillos cantados a cañonazos, y devolvieron agradecimientos mucho más sinceros y cómplices que los atesorados por mi memoria. No sentí el sinsabor del anterior encuentro. Anoche experimentamos comunión de forma natural gracias a un emplazamiento decente, un sonido mejor, y unos Harem Scarem que ojalá hayan vuelto para quedarse por mucho tiempo. Y ahora, el que nos debe una es Pete Lesperance.
Setlist de Harem Scarem en Madrid
1. Garden of Eden
2. Dagger
3. Hard to Love
4. Slowly Slipping Away
5. Troubled Times
6. Distant Memory
7. Honestly
8. Sentimental Blvd.
9. Saviors Never Cry
10. Stranger Than Love
11. All I Need
12. The Midnight Hours
13. Saints and Sinners
14. Karma Cleansing
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15. Change Comes Around
16. No Justice
Muchísimas gracias Edgar por tu apoyo!!!!! nos alegra mucho que te gustara. Salu2.