La propuesta musical de Antonello Giliberto es transparente y no engaña a nadie. Sí, basta solo dar un vistazo a cualquier fotografía suya, que se puede encontrar en cualquiera de sus redes sociales, para darse cuenta de lo que nos vamos a encontrar en este magnifico The Mansion of Lost Souls, disco debut de este guitarrista de Siracusa.
Un disco al que para empezar a valorar hay que detenerse primero en la sugerente portada del mismo, para luego comprobar que doce son los temas incluido en este The Mansion of Lost Souls, que sumados nos da casi una hora de duración, en la que, una vez finalizada su audición, queda clara la ambición con la que Antonello ha afrontado su trabajo en el que no ha querido escatimar ni un solo momento todo el talento que sus manos atesoran, aunque, algunos, como el que aquí redacta, puedan tener la sensación de que todos los instrumentos que lo acompañan, básicamente bajo y batería han sido programados por él, y ningún otro músico ha estado presente en el proceso de creación y desarrollo del disco.
Sí, Antonello es simple y llanamente un virtuoso de la guitarra y bastan los primeros acordes de Equinox, tema encargado de abrir el disco, para saber que nos espera a lo largo de los próximos siete minutos no es otra cosa que un vendaval de acordes, escalas, arpegios, todos ellos frutos de la herencia de los grandes compositores clásicos como Bach, Mozart, Paganini, convenientemente tuneados para elevar a la guitarra eléctrica a una dimensión, no exenta de controversia, en la que se hace dueña absoluta de todo, relegando cualquier otro instrumento a un simple acompañante, y que desde sus inicios con Blackmore y su Stratocaster ha tenido su evolución hasta llegar a la figura de Yngwie J. Malmsteen, figura clave para entender la ola de los «Neoclásicos», del que no hace falta afirmar que es, sin duda alguna, el punto referente de Antonello Giliberto.
Y en este punto exacto es donde Giliberto, a lo largo de este The Mansion of Lost Souls, aporta su talento musical, que es mucho, para adentrarse en casi todos los terrenos abarcables posibles, y para ellos nos encontraremos con piezas que van adentrarse por pasajes que nos adentran por pasajes claramente pesados como es el caso de » Flight of The Sleeper», «Lotus Effect» o «Rise of the Titans», para adentrarse a continuación, acústica en mano por los caminos más emocionales donde una simple melodía intenta transitar por terrenos más emocionales en «Sorrow» y «Dream of the Dead Tree», temas encargados de demostrar la versatilidad compositiva de Antonello; pero esa tranquilidad estalla por los aires cuando «The Power of the Whip» con sus variadas líneas de guitarra se encarga de dejar bien claro cual es el espíritu general del disco hasta llegar a ese breve «Commiato» que pondrá fin a ese ejercicio guitarristico que bien podría haberlo firmado el Malmsteen de Rising Force.
Tal como se ha comentado al inicio, este The Mansion of Lost Souls es un magnifico disco, pero, algunos, como suele pasar en la mayoría de casos cuando hablamos de este tipo de guitarristas, seguiremos prefiriendo verlos encuadrados dentro de un grupo donde tengan la obligación de encontrar un equilibrio con los demás componentes donde la suma de talentos hace que el fruto final tenga una mayor consistencia. Eso sí, desde aquí seguiremos atentos a la figura de este guitarrista de Siracusa que con este su primer disco ha dejado claro que talento no le falta.
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