En 1992 Nirvana reinaba por todo lo alto, las camisas de cuadra y franela echaban a un lado el pelo cardado y la laca. La depresión se imponía sobre el sex and rock and roll. Sinceramente Nirvana nunca fue mi rollo, yo por aquel entonces estaba un 30 de junio de 1992, en un concierto en Sevilla brincando como un poseso delante de Soundgarden y Faith No More, que se encontraban a su vez presentando “Angel Dust” y “Superunknow” y claro esta a unos “Guns N’ Roses” que me parecieron poca cosa tras esas dos bandas. Por cierto, en 1992 el Estadio Benito Villamarín estaba medio vacío para disfrutar de esas megas bandas. No se estipulaba tanto el ser un hipster y aun la mayoría estaba más por Mecano que por los Guns.
Henry’s Dream – Nick Cave
Séptimo álbum de estudio de Nick Cave and the Bad Seeds , un disco que me pillo en Paris en una época donde el Hair Metal era lo que se estipulaba. Menos mal que muchos nos dimos cuenta del pepinazo que el Australiano acababa de lanzar. Cave aun no era carne de hipsters y otros pseudos entendidos de música. Su gira era en sala pequeñas y su furia estaba aun intacta. Cave el vampiro, cantando desde las entrañas con una ambientación desértica, poesía del dolor, la angustia-
Hollywood Town Hall – Jayhawks
Los hermanos pequeños de Crosby, Stills, Nash and Young dejando una obra maestra que solo empezó a brillar años después. Algunos buscadores de pepitas disfrutaron desde aquel año en deleitarse con esa bellas armonías, y unas composiciones perfectas..Mas adelante ya España se convirtió en su segunda residencia y muchos subieron de su existencia. Unos músicos en estado de gracia facturando canciones inolvidables e imperecederas. Un disco para pinchar entre Big Star y Neil Young.
Blind Melon – Blind Melon
Por dios, ¡qué buenos eran aquellos Blind Melon! Su álbum de debut enfundado en esa portada icónica con una fotografía de 1975 de la hermana menor de Graham con un disfraz de abeja esra en la retina de los que vivimos los años 90 a tope. Su gran éxito «No Rain» los llevo a ser conocidos por la gran masa, pero rápidamente relegados a ser un grupo secundario por los que solo escucharon aquel single. Un disco de sonido «clásico» con un vocalista tan carismático y inolvidable como Shannon Hoon dejaron con solo unos pocos discos un recuerdo eterno.
Dry – PJ Harvey
El primer álbum de estudio de la cantante y compositora inglesa PJ Harvey ya presagiaba que estábamos delante de una cantante única. 30 años después sigue siendo tan genuina y personal. Sin haberse vendido al mejor postor. Aquel Dry fue otro de esos discos que pasaron sin pena, ni gloria en este país y que solo se empezó a reivindicar años después.Un disco de 11 canciones poderosas de un sonido crudo y oscuro muy cercano a Nick Cave, cosa se confirmaría después juntando a estos dos vampiros nocturnos. Polly Jean Harvey era sexy, rara, lujuriosa y muchos miraron para otro lado para después como no llevarla hasta los altares de la gloria. Un misteriosa y un referente sin ninguna duda de los años 90.
Bone Machine – Tom Waits
En el 92 fueron muchos los discos importantes y iconicos que salieron, pero como sé que mis compañeros hablaran de ellos, prefiero centrarme en otros que fueron igualmente importantes como este Bone Machine de un Tom Waits que tras su incontestable trabajo Rain Dogs de 1985 que le supuso un cambio a su carrera musical, volvió a acercarse aún más al Captain Beefheart más cubista, un trabajo de escucha difícil, aquí nada de tonadas pop o estribillos pegadizos. Mezcla la lírica en lo macabro en un marasmo sónico que dejo perplejo y patidifusos a los que esperaban al Waits del piano en el club de Jazz lleno de humo. Aquí Tom esta desquiciado, y se mete en un viaje caleidoscópico donde se entremezclan música de dibujos animados con free jazz y el fantasma de Don Van Vliet sobrevolando en todo momento el artefacto. Es como tener arena en la boca y esculpirla sin éxito. Tras su trilogía de reinvención musical. La Máquina de hueso dejó a más de uno completamente fuera de juego…
+BONUS
Neil Young – Harvest Moon
Harvest Moon es el vigésimo disco de Neil Young y para un servidor su ultima obra maestra. Si, siguieron algunos trabajos excelentes como “Sleeps with Angels” y “Mirror Ball”, pero luego ya puso el piloto automatico y solo de vez en cuando le pisaba al acelerador. Harvest Moon es un trabajo que muchos etiquetaron como la «secuela» del Harvest. Las similitudes en el título, el hecho de que ambos discos fueron grabados en Nashville con algunos de los mismos músicos ayudo mucho, como el sonido y los arreglos que recordaban el ambiente bucólico de aquel disco que fue una piedra angular de la carrera de Young. No solo el tema que da título al disco es una delicia, si no otras perlas como “From Hank to Hendrix”, “You and Me” hacen que el álbum sea una obra maestra. “Harvest Moon” el tema celebra la longevidad en las relaciones y los asuntos amorosos, cosa que luego se fue al traste en su vida personal y que también significo una exageración de lanzamientos que marearon a muchos de sus seguidores. Muchos con discos de un nivel mas que dudoso. Pero aquí Neil utiliza como solo el sabe esas sutilezas acústicas, los sonidos etéreos, suaves pinceladas y hermosos coros. Un disco que es como una frágil acuarela que captura la esencia de la belleza. Es el Neil que me enamoro en los años setenta y que ya no encuentro en ninguno de sus últimos lanzamientos.
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