Sólo comen pastelitos de madera de tilo y son muy contagiosas, porque enseguida se desea
parecerse a ellas, ser como ellas: ser ellas.

Tienen un encanto intemporal, la silueta sólida y un rostro sereno, pero lo que contagia es
su mecanismo, sobre todo cuando no se entienden las reglas de una sorpresa.

Ya el poeta, cuando entonces, dijo que el tiempo es una serie inclusiva –según McTaggart, añadió-.
Las matriuskas son más completas y complicadas que el mismísimo tiempo, ya que son a la vez,
en un solo arranque bonito, series inclusivas y exclusivas: como si cada minuto –cada momento,
cada instante- llevara dentro, en su interior, el momento siguiente o el anterior, que a su vez
llevaría el siguiente o el anterior, y así hasta el siempre o hasta el nunca, lo que pasara o llegara
antes o después.

Las cosas que tienen una unidad múltiple, como las matriuskas, las cosas que son muchas en una,
como un rebaño de cabras —que es mucha cosa feliz al mismo tiempo, lo dijo también el poeta—
tienen algo que parece siniestro pero que tal vez no lo es, sino solamente indirecto o sucesivo,
postergado o no evidente de inmediato: con otras palabras: no sólo es una o hay una muñeca
matriuska, sino más, muchas más, pero cada una de ellas tiene la unidad completa, que es una 
unidad múltiple.

Una matriuska única –soltera o viuda- no es una muñeca rusa, ya que una muñeca rusa son
muchas muñecas rusas —que, sin embargo, son sólo una—.

Es cierto que tienen un estar, una presencia simple, boba y escaparatera, sobre todo si las vemos
incluidas. Pero, de pronto, comienza la exclusión y salen, una a una, de la oscuridad, en un parto
múltiple que nos recuerda que la verdad no es la apariencia: parecían una y acaban siendo
abundantes como la mala hierba que invade los verdes campos del planeta.

La muñeca matriuska lo es tanto incluida –cada una dentro de otra-, como si las excluimos
y las dispersamos por la intemperie de una mesa: siguen siendo una muñeca rusa, pero simultánea,
ya que las vemos a todas y a la vez y, sin en cambio, la muñeca rusa es una, pero sucesiva,
cuando vamos sacando a cada una de dentro de la otra. Todas metidas, parecen una pero
son multitud; todas a la luz tibia del sol de la mañana, parecen muchas pero son sólo una.

Se introducen una dentro de otra dentro de otra dentro de otra, pero también: cada matriuska
deja fuera a otra, que deja fuera otra, que deja fuera otra, lo que significa que son huecas
y de distinto tamaño.

Parecen criaturas inocentes, sin maldad ni misterio, y tienen su esencia en el dentro del fuera,
que es como si cada una calculara a la vez la dosis de respuesta de la que lleva dentro y de la que
la contiene; como si el mecanismo sencillo de estar dentro y fuera cumpliese un programa de orden,
una lógica suavísima. Cada una está engullida por la otra, encajada en su interior de oscuridad y,
de pronto, cada una de ellas da a luz, pare, engendra, hasta que todas están fuera.

Cuando uno trata las primeras veces con este tipo de criaturas, conviene concentrarse
en las muñecas, y dejar de mirar a la muchacha de enfrente, esa que se acaricia el cabello
como si se fuese a ahogar.

En suma, además de muñecas inocentes, las matriuskas son severas trampas del tiempo
y del espacio, rompecabezas de lo uno y lo múltiple regidas por los principios de inclusión
y exclusión, pero también por el principio de incertidumbre: se desentrañan muñeca a muñeca,
pero al estar cada una sepultada en otra, no puede anticiparse en absoluto como será la muñeca
de dentro sin abrir la de fuera: pura incertidumbre.

De alguna manera, en estas criaturas, que se pueden llamar pintorescas, se adivina también
la desesperación y la crueldad que no aparentan pero que poseen en altas dosis.

 

por Narciso de Alfonso

 

by: Angel

by: Angel

Melómano desde antes de nacer, me divierto traduciendo canciones y poesía. Me gusta escribir. Soy un eterno aprendiz y bebo de casi todos estilos musicales, pero con el buen rock alternativo me derrito.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas entradas

Últimos comentarios

Te puede interesar

confusiones

confusiones

Hay gente buena, equivocada; mala, improcedente. Personas que lo pasan mal, engañadas. Felices, desinformados. Y los hay cómplices, que se saben confundidos. Cada uno imparte su justicia desacorde; ¿quiénes somos? Como veis, el malentendido dirige el mundo, nos roba...

azul

azul

El azul no es de nadie, es un reflejo del alma; como el color del mar lo es del cielo. Ningún color tiene dueño, por mucho que nos quieran convencer. Absurdo es enfrentarse por esto. ¿De qué color es el mundo si nadie lo mira? ¿Y la luna cuando brilla? Decimos blanca,...

Diccionario Metafísico de la Poesía – malnaceres

Diccionario Metafísico de la Poesía – malnaceres

Hoy inauguramos esta sección dentro de la categoría En Papel, en la que publicaré las distintas palabras incomprensibles en los contextos poéticos, de manera que sus definiciones puedan ayudar a comprender esos poemas que se nos escapan cabalmente. En un principio,...

La verdad

La verdad

Se suele decir que lo que sentimos es real. Es cierto, pero hay muchos espejismos entre la realidad y el corazón. Tretas que distorsionan los porqués de esas sensaciones; de manera que la verdad queda oculta, si no estamos alerta.      

Poemas Traducidos: Una Caminata – Rainer María Rilke

Poemas Traducidos: Una Caminata – Rainer María Rilke

Vamos ahora con otro poema de Rainer María Rilke. Se titula Una Caminata. Es un poema sencillo pero muy profundo. La caminata simboliza nuestro paso por la vida, mientras en el cual, a medida que avanzamos vamos descubriendo nuevas realidades. Esa intuición de que...