Te contaría las cosas por las que me hicieron pasar,
el dolor al que he sido sometido,
incluso el Señor mismo se sonrojaría
por las innumerables fiestas que pusieron a mis pies.
Frutas prohibidas para que comiera,
aunque creo que tu pulso se aceleraría.
Ya no busco la absolución,
ni el perdón por las cosas que hago,
pero antes de que llegues a cualquier conclusión,
intenta ponerte en mi piel,
trata de ponerte en mi situación.
Tropezarás en mis huellas,
si cumples con los mismos compromisos que mantuve,
si intentas ponerte en mi piel,
si tratas de ponerte en mi situación.
La moral no lo vería con buenos ojos,
la decencia miraría por encima del hombro,
al chivo expiatorio que el destino ha hecho de mí,
aunque prometo ahora, mis jueces y jurados,
que mis intenciones no podrían haber sido más puras.
Mi caso es sencillo de comprender.
No busco una conciencia más clara,
sino tranquilidad después de por lo que he pasado
y antes de que hablemos de arrepentimiento alguno,
trata de ponerte en mi piel,
de ponerte en mi situación.
Tropezarás en mis huellas,
si cumples con los mismos compromisos que mantuve,
si intentas ponerte en mi piel,
si tratas de ponerte en mi situación.
Intenta ponerte en mi situación.
Ya no busco absolución,
ni perdón por las cosas que hago,
pero antes de que llegues a cualquier conclusión,
intenta ponerte en mi piel,
trata de ponerte en mi situación.
Tropezarás en mis huellas,
si cumples con los mismos compromisos que mantuve,
si tratas de ponerte en mi piel.
Tropezarás en mis huellas
si cumples con los mismos compromisos que mantuve,
si tratas de ponerte en mi piel.
Intenta ponerte en mi situación.
Si tratas de ponerte en mi piel.
Intenta ponerte en mi situación.
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