“El problema de los 3 cuerpos” tiene todos los visos de convertirse en uno de los productos de la temporada en Netflix. De hecho, es el desembarco en la principal compañía de “streaming” de David Benioff y D.B. Weiss, creadores de ese epítome de la televisión actual que fue “Juego de tronos” que, como recordamos, pertenecía a uno de sus importantes rivales como es HBO.
Y para ello, se han decantado con una de las joyas literarias de la ciencia ficción contemporánea como es la trilogía de Liu Cixin, de la que se hizo una china el pasado año de treinta episodios. Esta está más resumida pues sólo son ocho de una hora aproximadamente por capítulo. Por lo tanto, va más al “grano” pero se deja en el “tintero” más de una clave.
Una historia que comienza con el asesinato de un científico por parte de unos jóvenes comprometidos durante la “Revolución Cultural” de Mao. Desde ese punto su hija, es “reeducada políticamente” y enviada de por vida a una instalación gubernamental física. Con ese rencor sobre la especie humana no superado contacta con unos extraterrestres que pueden conquistar la Tierra, colocándose de su parte. De allí, pasamos al presente donde esa antigua acción repercutirá en el presente y el futuro con crímenes sobre científicos, sin saber muy bien por qué.
Un argumento algo alambicado (como toda buena ciencia ficción) que, la verdad está bien explicado, no resultando incomprensible. Un tono interesante en lo que se cuenta y cómo se cuenta, teniendo el acierto de trasladar la acción de China a Inglaterra pues resulta más accesible para el público occidental (auténtico objetivo de sus creadores) ya que el asiático tiene la antes mencionada y estrenada en el pasado 2023.
Bien realizada, con directores importantes como Andrew Stanton, quien tras una filmografía lastrada por el fracaso de “John Carter” estuvo vinculado a otra magnífica serie de ciencia ficción como “Historias del bucle”. o un viejo conocido como Jeremy Podeswa, autor de alguno de los títulos importantes de “Juego de tronos”. No es el único nombre que aparecía en las andanzas de los Stark y los Lannister pues la banda sonora pertenece a Ramin Djawari y en el reparto vemos a John Bradley.
Y quizás el reparto sea lo más flojo de la serie pues han desdoblado a la protagonista en un caleidoscopio de razas y corrección política, con algunos actores de renombre como Benedict Wong y Jonathan Pryce junto a otros semidesconocidos que no funcionan siempre y que lastran el resultado final.
Una lástima que todo ese fervor por introducir los cánones del progresismo actual haga perder parte del encanto pues lo que se cuenta es un argumento poderoso, al hablarnos de moral, de justificar el fin con cualquier medio y de la lucha entre el individualismo y la sociedad. Algo que haría plantearnos nuestras estructuras y creencias vitales en caso de una guerra. Toda una lógica, cruel pero exacta que se manifiesta en la solución al enigma que plantea el juego donde se reclutan mentes brillantes.
“El problema de los 3 cuerpos” podría haber llegado a cotas fabulosas de haber seguido de forma más fiel el libro pero aun así tiene momentos de alta televisión y el resultado final es notable. Quizás no sobresaliente pero más que digno.
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